lunes, 27 de febrero de 2023

Def Leppard y Mötley Crüe en Bogotá (opinión)

 


El pasado sábado 25 de febrero hubo dos eventos en Bogotá. Uno de reggaeton, y otro de rock. Ambos relativamente cerca. En uno, los artistas que se presentaron no tenían músicos sobre el escenario, solo bailarines. Mientras que en el otro, el de Def Leppard y Mötley Crüe, los músicos la sudaban sobre el escenario, entregándose a su instrumento en un show lleno de energía y ejecutado de forma orgánica, con Rick Allen, baterista de Def Leppard, haciendo un emotivo e inspirador solo de batería...con un solo brazo. Rock 1-Reggaeton 0. Suficiente de hablar de reggaeton, ya me están dando náuseas. 

La última vez que Def Leppard estuvo en Colombia fue en 1997, y -de no ser por la pandemia- habrían regresado mucho antes. Por su parte, Mötley Crüe debutaba en el país. Como telonero de ambas bandas estaba Kraken, sí, sin Elkin Ramírez. Con el respeto que se merecen, no tuve ninguna intención de verlos, pues ese Kraken ya no es Kraken. Por ende, llegué a las instalaciones del parque Simón Bolívar 30 minutos antes del inicio de Def Leppard. Después de una fila larga pero rápida, en la que un personaje vendía "¡pepas, hierba, perico!", ingresé en sano juicio a la plaza de eventos del parque, que ya estaba a 10 minutos de recibir a la banda británica, como lo indicaba una cuenta regresiva en las pantallas del escenario. Cuando faltaban 10 segundos, varios de los presentes gritaban "10! 9! 8! 7! 6! 5!" casi como cuando uno espera la llegada de un nuevo año. En cuanto el conteo llegó a cero, las pantallas decían "take off!", señalando que era hora de que la presentación de Def Leppard despegará. 

La curiosidad era enorme por ver en qué estado se encontraba el cantante Joe Elliott, pues en horas de la mañana se confirmó la noticia de que estaba hospitalizado en la clínica Marly de Bogotá. Se temió lo peor. La cancelación de la presentación de su banda parecía inminente. Peor aún, se temía por su vida, ya que la clínica había dado las tenebrosas palabras "pronóstico reservado" para referirse a la salud del cantante. Después de lo sucedido con Taylor Hawkins el año pasado en la capital, el trauma nos llevó a creer en que eso podría volver a pasar exactamente 11 meses después. Pero ahí estaba Joe Elliott, parado en el centro del escenario como si no hubiera pasado la noche en el hospital siendo tratado por mal de alturas. Si bien el set de la banda fue un par de canciones más corto (con las dolorosas omisiones de Foolin' y Promises), Elliott estuvo impecable. Creo que yo estaba en peor estado. No desafinó una sola vez ni se le vio ahogado. El resto de la banda lo acompañó de forma impecable. demostrando con cada canción del repertorio, que son una máquina de hacer éxitos. Uno de los momentos más especiales de su show fue la pieza instrumental Switch 625, en la que el baterista Rick Allen, quien perdió un brazo en los 80, lo dio absolutamente todo. Pegándole a la batería como si nada. Potente y enérgico. Para completar, al final de esta canción, como si no hubiera ya demostrado que es un genio y una inspiración, nos regaló un breve solo de batería. ¡Un tipo con un solo brazo haciendo un solo de batería! Es de los más conmovedor que he visto no solo en un concierto sino en la vida. continúa después del video. 

9:55 p.m. se acercaba el otro plato fuerte de la noche: Mötley Crüe. el grupo de Nikki Sixx, Tommy Lee, y Vince Neil tenía la difícil tarea de mantener el fuego que sus colegas habían encendido sobre el escenario antes de ellos, además de no dejar caer el ánimo de un público que ya había dejado un porcentaje no menor de su energía. Con todos los himnos fiesteros que tienen los Crüe, era absolutamente imposible que el concierto se viniera abajo. Tal vez les costó un poco entrar en calor y compenetrarse con el público, pero en cuanto lo hicieron, su concierto fue candela pura. Al igual que Def Leppard, también demostraron que son una especie de rocola de éxitos. Wild Side, Shout at the Devil, Girls, Girls, Girls, Kickstart my Heart, entre muchas otras, pusieron a saltar, bailar, y gritar al Simón Bolívar, siendo Home Sweet Home uno de los puntos más altos de la noche, canción que puso a cantar a grito herido a todo el lugar y que le sacó una que otra lágrima a Nikki Sixx, quien -tras finalizar la presentación- subió un video en Instragram casi llorando y hablando de la enorme emoción que sintió tras tocar en Bogotá. 

Tommy Lee siendo Tommy Lee, ese personaje desparpajado y genuinamente rebelde, en un momento se dirigió al público para pedirle a las asistentes que mostraran sus pechos, a los que un puñado accedió para el deleite de los allí presentes. Vince Neil, quien ha luchado muchísimo con su voz y con las letras en los últimos años, dio una presentación más que digna. Se nota que se puso en la tarea de prepararse lo mejor posible. A priori, el factor que generaba más intriga de la presentación de Mötley Crüe era John 5, guitarrista que llegó a la banda para reemplazar en vivo a Mick Mars, quien decidió dejar los escenarios por problemas de salud. Cuando Mars anunció su retiro de las giras, tuve una leve decepción, pues su estilo de tocar y su pinta oscura y lúgubre son increíblemente cool, pero no tenía la menor duda de que su reemplazo la iba a romper. Así fue. En solo una ocasión recordé que Mick Mars no estaba en el escenario. Lo que perdieron con la partida de Mars, lo ganaron con la presencia vampirezca y voltaje de John 5, por no hablar de que el tipo toca todas las canciones con una precisión que da miedo. A pesar de haber tenido problemas técnicos en las primeras canciones (durante Live Wire su guitarra dejó de sonar) demostró que es el hombre correcto para llenar tan grandes zapatos. 

A pesar de los clásicos problemas de logística (filas que no son fila y que parecen no terminar, por ejemplo) y de sonido (tal vez el Simón Bolívar no es el mejor lugar para conciertos), y ni mencionar el tremendo susto que nos dio Joe Elliott, Def Leppard y Mötley Crüe -a pesar del paso del tiempo- tienen una energía envidiable (los tipos parecen de 20) y nos regalaron un 3 horas de las más hermosas que ha visto el país en materia de rock en los últimos años. 











martes, 14 de febrero de 2023

Careless Whisper: La Historia de la canción más Romántica de la Historia

 


Sin duda uno puede armar una larga lista de canciones románticas para celebrar San Valentín, pero Careless Whisper es la canción más romántica de la historia de las canciones románticas. No tengo cómo probarlo, pero quienes han escuchado su seductor saxofón, la sentida letra, y la intensa interpretación de George Michael saben que tengo razón. Esta es la historia de este himno inigualable del amor. 

Si bien la canción se le acredita exclusivamente a George Michael y fue lanzada como su sencillo, lo cierto es que Careless Whisper fue un esfuerzo en conjunto al lado de Andrew Ridgeley, su compañero en Wham, cuando ambos eran dos adolescentes en busca de un sueño. No sabían realmente qué era el amor, pero supieron canalizar dicho sentimiento de una forma tan real que la canción, a casi 4 décadas de su lanzamiento, sigue sonando por doquier y logra lo que muchas canciones ochenteras no: haber sobrevivido a la década y no quedar encapsulada. Tomemos el caso de Material Girl, de Madonna, pieza que no sobrevivió al final de los ochenta. 

Lo que muchos no saben es que Careless Whisper no siempre sonó tal como la conocemos hoy. Su versión original, producida por Jerry Wexler carecía de la emoción arrolladora plasmada en el resultado final. (continúa después del video)


Según Wexler, la canción estaba terminada, pero George Michael siendo el genio que era dijo que aún se podía trabajar en ella. En una jugada arriesgada, pues no tenía ningún tipo de experiencia en la producción y era básicamente un novato en el mundo de la música, decidió correrle el butaco a Wexler y producirla él mismo. 

En 1981, cuando Michael trabajaba como DJ en un restaurante, puso la canción por los parlantes del lugar. Para su sorpresa, la gente empezó a bailar románticamente una versión muy preliminar de Careless Whisper. Las señales eran buenas. A la gente parecía gustarle la canción. El éxito de la misma se veía como algo muy real. Pero, ¿qué inspiró la composición de este clásico? Cuando George Michael iba camino a su trabajo como DJ, parte importante de la canción vino a su mente. Según el mismo escribió en su autobiografía Bare "recuerdo exactamente cuando Careless Whisper vino a mí. Recuerdo que le está dando el dinero al tipo del bus y se me ocurrió la linea de saxo. La compuse toda en mi cabeza. Trabajé en ella por alrededor de tres meses en mi cabeza". 

¿Y qué hay detrás de la letra? Su hermana tenía una amiga de la cual George Michael gustaba enormemente, pero había un problema: era dos años mayor y no le daba la hora del día al entonces adolescente. Para completar, según contaba el mismo Michael, tenía gafas, un pésimo peinado, y estaba algo pasado de peso. Un buen día decidió quitarse las gafas y notó que las mujeres comenzaban a notarlo más. Tanto así que consiguió una novia más acorde a su edad y estilo. Alguien que sí le prestó atención. Estando con su novia, la amiga de su hermana comenzó a prestarle atención, y George Michael cayó ante la tentación, siéndole infiel a la persona que sí sea había fijado en él incluso cuando no era muy atractivo.

Careless Whisper es el himno absoluto del romance, del amor, del enamoramiento, y estoy seguro de que hoy 14 de febrero, Día de San Valentín, y en todos los 14 de febrero que vengan, esta canción será la banda sonora del romance para miles de personas alrededor del mundo. Cortesía de un genio llamado George Michael. 






lunes, 13 de febrero de 2023

¿Y Si Vuelve el Rock al Super Bowl? (columna)

 


A comienzos de siglo, el rock dominaba el show de medio tiempo del Super Bowl. Quienes amamos el género esperábamos con ansias cada año que llegara el medio tiempo del partido, pues sabíamos que algún gran artista iba a montarse al escenario a darnos una buena dosis de rock. Infortunadamente, nuestra alegría terminó cuando en 2010 los encargados del espectáculo decidieron dar un giro radical a los artistas que se presentaban. 

De Paul McCartney en 2005, los Rolling Stones en 2006, Prince en 2007 con la mejor presentación de la historia del evento, Tom Petty en 2008, Bruce Springsteen en 2009, y The Who en 2010, pasaron a una fría y aburrida seguidilla de artistas que sencillamente no han tenido la talla ni el voltaje correctos para tan grande escenario. De Black Eyed Peas a Madonna, de Beyonce a Katy Perry, de Coldplay a Lady Gaga, pasando por palidísimas presentaciones de Justin Timberlake, The Weeknd, Maroon 5, hasta llegar al somnífero de Rihanna anoche. Ninguno ha realmente brillado en el escenario, al menos no de la misma forma en que lo hicieron quienes estuvieron en durante la primera década del siglo. Ni hablemos del desastre que fue Bruno Mars en 2014 cuando -para hacer las cosas aún peores- les dio por invitar a los Red Hot Chili Peppers para que estuvieran menos de 3 minutos y sin dejarlos tocar realmente en vivo, razón por la cual salieron a escena con los instrumentos desconectados y haciendo mímica. Una falta de respeto poner de acompañantes de Bruno Mars a unos tipos que para 2014 cumplían tres décadas haciendo música. 

No me entiendan mal. El pop o cualquier otro género merecen su lugar en el show de medio tiempo del Super Bowl, pues la buena música no es exclusiva de ningún estilo o corriente musical específica. Es solo que la fórmula no parece haber tenido los mejores resultados, y ya han pasado 14 años desde la última vez que un artista rock estuvo a cargo del medio tiempo. Se puede llegar a afirmar sin temor a errar que la razón tras el cambio de rock a pop está en el rating. Los organizadores seguro piensan que Rihanna les puede ayudar a subir los números de una forma que ningún artista rock puede. Eso puede o no ser cierto. Lo que sí es cierto es que el rock puede encender el escenario de una forma en que ningún otro género puede. Con músicos sudándola sobre el escenario, en vez de docenas de bailarines  y cero músicos. ¿Cuánto tiempo estuvieron los músicos de Rihanna anoche sobre el escenario? No pudieron haber sido más de 2 minutos. 

Cerremos los ojos un momento e imaginemos que en 2024 Metallica es el escogido para hacer el show de medio tiempo. Se apagan las luces. Suena The Ecstasy of Gold, pieza de Ennio Morricone que siempre suena por los altavoces justo antes de que la banda salga al escenario. El estadio se queda a oscuras. La gente grita. De repente, los inconfundibles acordes de Master of Puppets comienzan a estremecer el estadio. Metallica toca un fragmento de la canción. De este clásico pasan a la parte más pesada de One. Fuego y pólvora hacen su aparición. Se acaba la canción. James Hetfield hace "rechinar" su guitarra contra uno de los amplificadores. Comienza Enter Sandman. Más pólvora. Más fuego. Termina la canción. Los cuatro integrantes de Metallica hacen una venia y se retiran. El público y los jugadores quedan encendidos después de tanto voltaje. La energía de la banda en vivo contagia a los asistentes y jugadores. Se hace historia musical con tan solo cuatro tipos y sus instrumentos. Sin tanto bailarín ni gente flotando por los aires en plataformas. 

El día después del Super Bowl siempre sueño con un mejor mañana para el show de medio tiempo. Un mañana en el que Metallica, o Guns N' Roses, o Foo Fighters, la rompen sobre el escenario, pero hace un rato vi una foto de anoche del organizador del espectáculo junto a Billie Eilish en uno de los palcos del estadio y tuve que despertar. 

miércoles, 8 de febrero de 2023

Severe Tire Damage: La Primera Banda que Tocó por Internet

 


Hoy en día que una banda transmita sus presentaciones por Internet es todo menos novedoso. Tal vez hasta antes de la pandemia del COVID-19 lo era, pero debido a las cuarentenas impuestas alrededor del mundo, se convirtió en algo absolutamente normal y habitual. Muchos artistas, al no poder hacer conciertos, decidieron tocar desde sus casas. Pero ¿se imaginan usar la Internet para llevar al mundo un concierto en 1993? La banda estadounidense Severe Tire Damage lo hizo. 

El 24 de junio de 1993, la banda estaba tocando en Xerox PARC, una compañía de desarrollo e investigación tecnológica. Científicos de dicha empresa estaban ingeniando la manera de transmitir al mundo a través de la red, lo que hoy se conoce como streaming. Una vez lograron encontrar la manera, transmitieron los ensayos y presentaciones de Severe Tire Damage, cuyos integrantes también eran tecnólogos informáticos. Lastimosamente, semejante logro tecnológico no fue visto por muchos, ya que sus transmisiones en vivo llegaron prácticamente solo hasta Australia...hasta que los Rolling Stones entraron a escena. 

A finales de 1994, los Stones decidieron transmitir por Internet uno de sus conciertos, y los liderados por Mick Jagger tuvieron la idea de que Severe Tire Damage fuera su banda telonera, lo cual puso a esta humilde banda en los ojos y oídos de millones de fanáticos en todo el mundo, pasando de ser un grupo de geeks a estrellas de rock, así fuera tan solo por un instante. 

Si bien la banda ha sido olvidada (injustamente) por el tiempo, en su carrera han lanzado un álbum, Who Cares, y un EP, Trial Starter Kit, los cuales son un curioso paseo por sonidos rock y punk. Su página de Internet es un hermoso homenaje a cómo lucían las páginas web en los 90, además de tener toda la información actualizada sobre su historia y una muy nostálgica sección de merchandising, la cual -muy a lo Kiss- estaba engalanada por curiosos productos como fósforos y condones. Su música, para los curiosos, se puede encontrar en Spotify. 

Cada día en cada rincón del mundo algún artista aparece en vivo por Internet, cuando vean una transmisión de estas, recuerden siempre que lo que es hoy mundano, en 1993 fue sabiduría tecnológica del más alto nivel. Cortesía de Severe Tire Damage. 






lunes, 6 de febrero de 2023

¿Y si dejan de hacer entregas de premios? (columna)

 


Hasta el momento en el que escribo esta columna, los números de la audiencia que vio la entrega 65 de los Grammy anoche no han sido publicados, pero estoy dispuesto a apostar a que es menor que la del año pasado, y que la del año anterior a ese, y que la de hace tres años, y así sucesivamente. Cada vez más las entregas de premios fracasan en captar audiencia nueva y en retener la que ya tenían. Las razones podrían ser varias: a las generaciones jóvenes no les interesan estas ceremonias como sí les interesaban a otras, los premios no les muestran a sus artistas favoritos, hay mucha competencia por audiencia que no había antes, las ceremonias son increíblemente largas (anoche los Grammy duraron más de tres horas). Analicemos.

Cuando era adolescente, las entregas de premios, sobre todo las de música y las de MTV, eran lo más cool del mundo. Era obligación ver los MTV Video Music Awards para tener de que hablar al día siguiente en el colegio. Por otra parte, la otrora cadena musical nos daba lo que queríamos: presentaciones en vivo de los artistas que nos gustaban, o apariciones de músicos que nos interesaban. Además, si queríamos ver a nuestros ídolos, los premios eran nuestra oportunidad. Hoy en día, los jóvenes tienen mil y un formas de ver a los artistas de sus amores. Redes sociales, YouTube, páginas web, etc, etc, etc...Hablando de redes sociales e Internet, ¿qué necesidad hay de aguantarse tres horas o más de una ceremonia si al día siguiente puedo ver en estas solo los momentos y presentaciones que me interesan? Por ejemplo, si hubiera querido ver a Madonna como un muñeco de cera andrógino, no hubiera tenido que esperar hasta que saltara al escenario. Una breve búsqueda en Twitter me hubiera ahorrado el sufrimiento. Las entregas de premios están agonizando, y no parece haber nada que realmente se pueda hacer para salvarlas, así que ¿por qué no pensar en cancelarlas del todo, y simplemente notificar a los artistas ganadores de su triunfo y enviarles la respectiva estatuilla por DHL? 

Si uno observa las caras de los artistas que asisten a las entregas de premios, se pueden detectar varias largas y aburridas...y hasta uno que otro bostezo. Creo que ni siquiera ellos quieren estar ahí y -siendo la mayoría de ceremonias en domingo- diría que prefieren estar viendo Netflix entre sus cobijas. Si yo fuera un ejecutivo encargado de las entregas de premios de MTV, los Oscar, los Grammy, los Billboard, o cualquier otra de las miles de entregas que hay, pasaría la propuesta de cancelar las ceremonias, enviar las estatuillas por correo, e invertir el tiempo y dinero en cualquier otra cosa. Nada pasaría, muy pocos las extrañarían, y el mundo seguiría su curso. ¿Cuánta gente solo se enteró hasta hoy que los Grammy era ayer? Yo me enteré ayer que eran ayer en la noche, y no sentí ni el más mínimo asomo de interés o emoción por esto. Estoy seguro de que mis sentimientos son compartidos por millones de personas. 

Si quieren seguir haciendo entregas de premios, al menos háganlas una hora y media más cortas, arriesguen más con los artistas (siempre Taylor Swift, siempre alguna estrella K pop, siempre los de siempre), y sean más incluyentes, pues hay géneros como el rock que tienen cero participación. Ah! y el horario de domingo por la noche puede ser absolutamente aburrido, a esa hora solo queremos ver una película mala y dormir. 





viernes, 3 de febrero de 2023

Ozzy Osbourne Se Retira de los Escenarios. ¿Le Creemos esta vez?

 


Hace algo más de una década, Chris Martin -vocalista de Coldplay- declaró que retirarse en sus 30 de los escenarios era algo que tenía en mente. A sus 45 años, afortunadamente, dicha idea nunca la materializó. No es la primera vez que un artista amenaza con retirarse, pero nunca lo hacen. Basta con mirar la interminable gira de despedida de Kiss. Colgar la toalla o, en este caso, los instrumentos, no ha de ser cosa fácil. Ya sea por los seguidores, el dinero, o por la adrenalina adictiva que debe dar escuchar los gritos de la gente noche tras noche. Paul McCartney, según dicen los rumores, estaría ad portas de anunciar su gira final, siguiendo los pasos de lo que está haciendo su colega Elton John. Ambos, ya de más de 75 años, han de estar sintiendo los rigores de andar de escenario en escenario y de país en país. 

A comienzos de los 90, más exactamente en 1992, Ozzy Osbourne comenzó su gira No More Tours, en la cual se embarcó para poder pasar más tiempo con su familia, y porque fue incorrectamente diagnosticado con esclerosis múltiple. Una vez finalizada la gira, el Príncipe de las Tinieblas cambió de parecer y siguió presentándose en vivo. Días atrás, Ozzy anunció su retiro de las giras, cancelando la gira que tenía programada con Judas Priest. Debido a diversos problemas de salud de los cuales ha sufrido en los últimos años, decidió alejarse de los escenarios, señalando que "no estoy apto físicamente para hacer mi próxima gira por Europa y Reino Unido. pues sé que no voy a poder lidiar con los viajes requeridos", añadiendo que se siente "débil". Sin embargo, no todo son malas noticias, dado que también anunció que su equipo está tratando de ingeniar una manera de poder presentarse sin tener que viajar. 

Teniendo en cuenta que hace casi 30 años Ozzy anunció su retiro de las giras para luego arrepentirse, ¿será que le creemos esta vez? Lastimosamente, creo que en esta ocasión sí está hablando en serio. Cuando se quizo retirar la primera vez, tenía 43 años y estaba muy vital aún. Hoy, a sus 74 años y tras diversos problemas de salud como su reciente diagnóstico con la enfermedad de Parkinson y una cirugía de columna que parece seguirle causando problemas de movilidad, el panorama no parece ser tan esperanzador, pues su condición tal vez sea permanente y es absolutamente incompatible con los rigores de las giras. Lo que sí creo es que en algún momento podrá tener la energía y vitalidad suficientes para hacer una presentación ocasional, ya sea en solitario o con Black Sabbath, pero las giras largas y a gran escala no serán más. Como dice su canción Time, incluida en el álbum Scream, "el tiempo no espera a nadie", y es un ladrón que nos va, de a pocos, robando la vitalidad. 








miércoles, 1 de febrero de 2023

La Rabieta Anual Contra el Rock and Roll Halll of Fame (columna)


La publicación de los nominados para ingresar al Rock and Roll Hall of Fame siempre está cargada de controversia y da mucho material para analizar, por ende, con ustedes mi tradicional rabieta anual en contra de la institución, tan despistada y cuestionable como siempre. 

Hace apenas unos días, el Rock and Roll Hall of Fame actualizó su definición de lo que, según ellos, es el rock, diciendo sobre el género que este es "nacido de la colisión del rhythm and blues, el country y el gospel, el rock n' roll es un espíritu integrador y siempre cambiante". En cuanto leí su forma de definir al rock, me resultó claro que se están justificando por las inducciones del pasado y que -peor aún- se están justificando anticipadamente por las del futuro, y vi venir una lista de nominados curiosa. Dicha lista de nominados para la ceremonia de inducción 2023 fue revelada hoy, y vaya que no me equivoqué, pues hay uno que otro artista que está en consideración, mientras que otros deben seguir y seguir y seguir esperando su inclusión, mereciéndola desde hace años, décadas.

Los nominados para este año son: Kate Bush, Sheryl Crow, Missy Elliott, Iron Maiden, Joy Division/New Order, Cyndi Lauper, George Michael, Willie Nelson, Rage Against the Machine, Soundgarden, The Spinners, A Tribe Called Quest, The White Stripes, y Warren Zevon. Es imposible no notar la gran variedad de artistas, los cuales, supongo, clasifican dentro de la definición de rock and roll del Hall of Fame. De la lista, cinco van a ser inducidos en 2023. Los encargados de votar son personajes de la industria musical, sin embargo, los seguidores podemos emitir un voto a través de la página web del Hall (www.vote.rockhall.com/es/), el cual probablemente no sea tenido en cuenta para nada. No soy de los que revelo mi voto, pero como este tipo de elección es menos "caliente" que las políticas, confieso que voté por Iron Maiden, Joy Division/New Order, Soundgarden, George Michael, y Willie Nelson. A mi juicio, estos son los cinco artistas de la lista que más han cambiado el curso de la música. Ellos rompieron los esquemas y cambiaron la música por siempre. Por otra parte, llevan siendo elegibles por al menos una década, mientras que otros han ingresado mucho antes. 

Ahora, que Iron Maiden, influencia de practicamente todos los grupos de heavy metal que han salido después de ellos y que lleva más de una década esperando, no haya ingresado antes es una absoluta locura. Lo peor de todo, es que en esta, su segunda chance de ser inducidos, seguramente también serán rechazados. Siguiendo con otras omisiones casi criminales, cómo demonios Soundgarden aún sigue por fuera. Parece que tener a uno de los mejores cantantes de rock de la historia no es suficiente. Perdónalos, Chris, no saben lo que hacen. Willie Nelson puede no ser rock en su estado más puro ni estar entre mis artistas favoritos, pero si hay un artista vivo que le ha dedicado todo a la música, es él. George Michael tampoco es rock, pero no me importa, un cantante del sublime nivel de él, merece estar hasta en el salón de la fama del merengue. 

Hay dos cosas que me molestan enormemente de la lista. La primera, la nominación de Kate Bush. No porque no lo merezca, sino porque sospecho que el Hall la va a incluir este año principalmente para montarse en el bus de la victoria de ella y de Stranger Things, serie en la que su canción Running up that Hill jugó un rol protagónico. La segunda cosa que más me saca de casillas es la nominación en conjunto de Joy Division y New Order, como si fueran la misma cosa y no fueran ambas bandas lo suficientemente meritorias como para ingresar al salón de la fama por separado, máxime cuando otros artistas en el pasado han ingresado varias veces con diferentes bandas. Es verdad que New Order nació de las cenizas que dejó Joy Division tras la muerte del cantante Ian Curtis, pero son dos entidades totalmente distintas musicalmente hablando. Mientras Joy Division ondeaba alto la bandera del post-punk, New Order básicamente se inventaba el new wave. De manera que empaquetar ambas bandas sería como empaquetar whiskey con vino, ambos tragos exquisitos, pero que no necesariamente tiene sentido vender en combo. 

Probablemente, Missy Elliott y otros artistas que no merecen ser inducidos al Hall of Fame logren su lugar en el mismo, mientras que otros como Motorhead, Scorpions, Thin Lizzy, Motley Crue, ni siquiera son tenidos en cuenta. Como escribió elegantemente John Lydon, vocalista de los Sex Pistols, en una carta a mano dirigida al Hall of Fame cuando el legendario grupo punk iba a ser inducido: "el rock and roll hall of fame es una mancha de orina. Orina en vino".