viernes, 21 de julio de 2017

Bon Appetite for Destruction


Hace unos años, mientras paseaba por los pasillos de una extinta discotienda de Bogotá, me acerqué a la sección de artistas cuyos nombres empiezan por G. Allí, justo frente a los álbumes de Guns N´Roses estaba parado un niño quien, según mis cálculos, no tendría más de 12 años. En sus manos tenía una copia de Appetite for Destruction, la cual miraba analíticamente por ambas caras. La fascinación en su rostro era increíble. Además de recordarme a mí mismo cuando de niño me acerqué a la banda, aquel chiquillo me dio confirmación absoluta de que el álbum en cuestión es legendario, esencial e imprescindible en la discografía de cualquier fanático del rock. 

En julio de 1987 la escena del rock era dominada por grupos glam y artistas pop, cuya música estaba marcada por melodías ligeras y amigables a la radio. La industria necesitaba una buena patada en el trasero que la sacara de su zona de confort y Guns N´Roses estaba dispuesto a dársela. Grabado en alrededor de dos meses, Appetite es considerado el mejor álbum debut de la historia. Desde el riff inicial de Welcome to the Jungle, pasando por la emblemática Paradise City y la dulzura de Sweet Child o´Mine, y finalizando con el cierre agridulce y nostálgico de Rocket Queen, el disco demuestra por qué es el mejor. No le falta nada. Tampoco le sobra. Paul Stanley (Kiss) fue tenido inicialmente en cuenta para ser el encargado de producir el álbum, pero el grupo decidió buscar a alguien más, dado que Stanley quería hacer muchos cambios a la batería de Steven Adler. 

Appetite for Destruction no fue un éxito inmediato. De hecho, tuvo que pasar un año para que despegara. MTV no quería rotar el video, pero cuando lo hizo un domingo a las 5 de la mañana, el canal recibió centenares de llamadas preguntando acerca de este y el grupo. El resto es historia.

A la fecha, Appetite for Destruction ha vendido un aproximado de 30 millones de copias en todo el mundo, sus canciones no han dejado de sonar en ningún momento y muchas de estas, principalmente Welcome to the Jungle, son usadas en múltiples eventos deportivos.