miércoles, 31 de agosto de 2016

¿Hora de Empacar Maletas para AC/DC?


Los últimos dos años han sido todo menos benévolos con la legendaria banda australiana. Phil Rudd y Malcolm Young han tenido que abandonar el grupo. El primero por problemas legales. El segundo por problemas de salud. A comienzos del año en curso, Brian Johnson se vio obligado a dejar de lado su lugar como cantante, pues arriesgaba perder totalmente su capacidad auditiva. Para sumar agua a la tempestad, el bajista Cliff Williams anunció recientemente que se retira de la música al final de la presente gira, dejando así a Angus Young Prácticamente solo. Como reemplazo en la batería, regresó Chris Slade, quien estuvo en las filas del grupo por algunos años en los 90. Llenando los zapatos de Johnson en la voz, está nada más ni nada menos que Axl Rose. Así que, si hacemos cuentas, solo dos de los integrantes originales de AC/DC siguen en la banda.

A muchos, me incluyo, les ha costado trabajo creer que AC/DC puede seguir siendo AC/DC con solo dos de sus miembros originales. Asimismo, las críticas de los fans hacia Axl Rose no se han hecho esperar. Si bien la prensa especializada ha resaltado lo bien que lo ha hecho, los seguidores insisten en que no es el adecuado para estar ahí. ¿Quién es el adecuado? No sé, pero Axl la ha -literalmente-sacado de todos los estadios en los que se han presentado. En estos momentos, Young y sus secuaces andan de gira por Estados Unidos y solo Dios sabe qué va a pasar una vez esta concluya, pues el guitarrista ha manifestado su indecisión con respecto al futuro. Lo que sí se sabe es que Axl saldrá de gira durante dos meses por Suramérica junto a Guns N´ Roses y que, además, el grupo tiene fechas confirmadas para el otro año en Asia y Oceanía, por no hablar de los miles de rumores que apuntan a que rodarán por otros lugares del mundo a lo largo de 2017 e incluso que grabarán un nuevo álbum. De ser ciertos dichos rumores, Axl no estará disponible, así que habría que buscar un nuevo cantante, alguien que no tenga su agenda copada. Un par de cantantes de una banda tributo a AC/DC fueron considerados antes que Rose, pero ¿Será esa la salida?. Contratar a un cantante de un grupo tributo no es otra cosa más que contratar un imitador. Si buscan alguien nuevo, sería , al menos en mi opinión, una mejor opción. Alguien que no tenga otros compromisos y pueda entregarse al 100%. El problema con esta opción es que sería una cruz muy pesada la que tendría que cargar. La opción más apropiada sería que Johnson regresara. Lo único que salvaría la banda. Si bien el cantante ha estado buscando todo tipo de tratamientos para evitar perder la capacidad auditiva y volver al grupo, no es claro qué tanto progreso ha hecho ni mucho menos si Angus lo aceptaría de vuelta, pues, entre otras cosas, sospecho que su salida del grupo fue todo menos armoniosa y amigable. 

¿Qué opinan ustedes? ¡ah! Y díganme que Axl Rose no encaja muy bien en el grupo:



lunes, 1 de agosto de 2016

Huele a Espíritu Adolescente: La Década de los 90


Ahhhh! Suspiro por los hermosos años 90. Si bien nací muy a comienzos de los 80, mis primeros años de rebeldía juvenil, primeras fiestas, primeros besos, primeras novias, todo eso y más lo viví en los 90. Como banda sonora de tan preciados recuerdos tengo al rock de los 90. A finales de los 80 comenzó mi viaje por el mundo de la melomanía, oyendo rock en español en mi habitación durante mis ratos libres. Un día, en casa de mi tío, llegó a mis manos el disco que lo cambió todo: Use Your Ilusion I, de Guns N´Roses. Mi tío muy amablemente me lo regaló. Era 1992. Aún recuerdo sus palabras exactas, casi como si fueran religión: "Este es el mejor grupo del mundo". Le creí. En mi entonces minúscula colección musical solo habitaba un álbum: Dangerous, de Michael Jackson, pero el de los Gunners fue el que moldeó mi gusto musical por siempre e inicio mi inagotable amor por la música y el rock duro. 

No pretendo atacarlo por oír rock de otras décadas. Cada época ha tenido lo suyo, aunque sí creo que el sub-género se ha venido a menos con la llegada del nuevo siglo. Tal vez esté sonando como un viejito, pero le pido que lea mis argumentos para enaltecer el rock y la industria musical de la década en cuestión. 


1. Los Grandes Festivales. A inicios de los 90, comenzaron a hacerse festivales masivos de música. Lollapalloza, por ejemplo. Tal vez usted diga: "pero si en los sesenta ya estaba Woodstock, Monterrey Pop, y el trágico Altamont". Tiene razón, pero eran festivales que solo se llevaron a cabo en una oportunidad. Lollapalloza, por su parte, comenzó en 1991 y se realizó anualmente hasta 1997. Luego, regreso en 2003 y -salvo por 2004- se ha hecho todos los años, e incluso ya se hace en otros países como Brasil, Argentina, y Chile. Ese es un enorme legado de los 90, el inicio de los festivales anuales masivos. Revisen el historial de conciertos de países industrializados. Les garantizo que en cada uno de ellos se hace por lo menos un festival anual. Diga usted, Estéreo Picnic en Colombia. Sin Lollapalooza no habría Estéreo Picnic. 

2. El Disco Compacto. Esa reliquia plateada y redonda que tal vez muchos jóvenes de hoy ya no conocen comenzó a fabricarse y usarse en los 80, pero -al menos en mi concepto- tuvieron su apogeo en los 90. ¿O usted recuerda haber visto un CD en los 80? En esa época, la música se movía en vinilo. ¿Que el vinilo sonaba mejor que el CD? Por supuesto. Pero el disco compacto nos comenzó a dar la posibilidad de ver más de nuestros artistas favoritos: fotos, letras de canciones, agradecimientos. Además, con ellos comenzó la revolución de la música portátil. Ya podíamos transportar nuestra colección en una maleta a cualquier lugar, sacar un CD, ponerlo en un discman  y voilá! No tengo nada en contra del streaming o el mp3.  Aunque su calidad de sonido no es tan buena como la de otros formatos, se ha hecho muy fácil transportar la música y oírla en cualquier lugar. Lo que sí critico es que los formatos digitales de audio nos robaron el placer que era ir a una discotienda, buscar un CD, encontrarlo y -cómo no- ese sagrado momento de romper el celofán para abrirlo.

3. MTV. Lo sé. Otro invento ochentero, pero los 90 fueron la última década en la que el otrora canal de música fue relevante y educó al público en cuanto a lo que era importante en la industria. La mitad, por no decir que más, de lo que sé de música se lo debo al canal. Ver un video atractivo de una buena canción, significada salir casi corriendo a comprar el CD y averiguar más sobre el artista o banda. No había mejor plan de viernes en la noche que ver el Top 20, así como lo último en noticias musicales en Semana Rock, y cerrar la noche con los nuevos lanzamientos de Expo. Además, MTV ofrecía toda una serie de programas musicales como Clásico, Headbangers Ball, Conexión, Nación Alternativa, entre muchos otros. Ver MTV era como ir a clases de historia y actualidad musical. MTV anunció recientemente la llegada de un canal dedicado exclusivamente a los 90.

4. Rock en Español.  ¡El último gran periodo de rock en español y punto! No me digan que la generación de Zoé y quién sea que suene hoy en día es tan buena como la de los 90. Soda Stereo amplio sus horizontes y los de todo el sub-género con lanzamientos como Canción Ánimal, Dynamo, y Sueño Stereo. Los Fabulosos Cadillacs nos contaban la historia de Manuel Santillán, El Léon, y el Matador. Por su lado, Caifanes nos enseñaba que afuera no existíamos, solo adentro, mientras que Café Tacuba sacaba el que, probablemente, es el mejor disco de rock latino de la historia: Re. ¡Superen eso, Zoé!

5. Rock Anglo. ¿Por dónde y cómo comenzar? Los 90 nos dieron los últimos grupos grandes, contundentes, revolucionarios del rock, así como la última gran escena de este: el grunge de comienzo de década. ¿Ha habido una escena más completa y atractiva desde la de Nirvana, Pearl Jam, Alice in Chains, y Soundgarden? Lo dudo. Esta escena lo tenía todo: grandes compositores, enormes y contagiosas melodías, excelentes cantantes y guitarristas, furia, rabia, energía. Kurt Cobain fue el último gran ícono del rock, el último que encontró la forma de llegar directamente a básicamente toda una generación. Nos unió a todos, nos hizo sentir identificados. Siendo un rechazado, logró que los rechazados de todo el mundo se sintieran importantes. Llevó a que la música underground pasara a ser la música del momento. Tumbo a Michael Jackson del número 1, ¿Se le puede pedir algo más? Guns N´Roses, Metallica, Red Hot Chili Peppers, Smashing Pumpkins (de quienes se rumora se reunirá la formación original), Soundgarden, U2, por nombrar solo algunos, sacaron sus mejores discos y canciones. Pearl Jam lazó Ten, junto con Appetite for Destruction, es de los mejores álbumes debut de la historia. Dave Grohl fundó Foo Fighters, Queen grabó su último disco, Pink Floyd nos dejó The División Bell, etc, etc, etc.  A finales de década apreció el criticadísimo nü metal, con bandas como Limp Bizkit, KoRn, y Rage Against the Machine a la cabeza. Los puristas odiaron su mezcla de rap, rock y metal, pero lo cierto es que -al menos a nivel comercial- fue la última tendencia sonora con cojones y con un sello distintivo, basta con oír las guitarras chillonas de KoRn y la peculiar forma de interpretar la guitarra de Tom Morello. 

6. El Unplugged de Nirvana. Para finales de 1993, todo el mundo sabía lo que Kurt Cobain podía hacer. La revolución grunge había dado sus frutos, pero aún quedaba algo por demostrar: el grunge y Nirvana podían ser tan ruidosos como quisieran, pero tenían un lado melódico. En noviembre de 1993, Nirvana tocó en los estudios de MTV el que sería el mejor Unplugged la historia y uno de los momentos más memorables de la música. Cobain podía cantar melódicamente y dejar de lado su guitarra estridente para adaptarse magistralmente al formato acústico. Con versiones desconectadas de Come as You Are, About a Girl, All Apologies, y una rendición épica de The Man Who Sold the World, de David Bowie, Nirvana cambió la historia de MTV y sus presentaciones Unplugged, además de lanzar el disco de dicho concierto. Una de las presentaciones en vivo mas hermosas y memorables de todos los tiempos.

Si pudiera viajar así sea un día a una época en el tiempo, no tengo la más mínima duda de que viajaría a los 90. Me pondría el uniforme de colegio, vería MTV, iría a la tienda de discos y conquistaría a mi primera novia una vez más. ¡Gracias, década de los 90!