miércoles, 27 de diciembre de 2017

Mis Discos Favoritos de 2017


Después de oír, analizar y volver a analizar alrededor de 100 discos a lo largo del año, por fin me pude poner de acuerdo conmigo mismo para hacer la tradicional lista de mis 10 discos favoritos del año. Sí, querido oyente de sencillos, aún se hacen discos. La importancia de un álbum no debe ser subestimada, pues es la forma de realmente entender a un artista. si no lo cree, busque una vieja foto familiar, tape una parte y dígame que se ve igual y que nada cambió en esta. Si no quiere comprar copias físicas de un disco, está bien. Su cuenta bancaria se podría esfumar de acuerdo al país en el que esté. Pero lo invito a que nunca se olvide de la magia y placer que es oír un álbum completo, de principio a fin. Si tiene tiempo para deslizar su dedo hacia abajo en la pantalla de su celular fisgoneando en redes (a)sociales, tiene tiempo de oír música. Créame. 


Sin más demoras ni regaños, les presento mis 10 discos favoritos de 2017 en orden alfabético:

ALICE COOPER- PARANORMAL


El álbum de estudio 27 de Alice Cooper, lanzado el 28 de julio, es una muestra concisa de que la edad no es limitante para hacer un disco roquero y con cojones. Admitámoslo, vivimos en un mundo en el que los roqueros se volvieron fríos y aburridos. Pero que no cunda el pánico, para eso aún contamos con leyendas como Alice. Cargado de invitados especiales como los integrantes de la alineación clásica de la banda, Roger Glover (Deep Purple), Billy Gibbons (ZZ Top), y Larry Mullen (U2), las 10 canciones de Paranormal llegaron para pegarle una buena sacudida al mundo del rock. 

BECK- COLORS


En un mundo en el que de a poco en poco nos quedamos sin artistas camaleónicos, aún podemos contar con Beck para que nos sorprenda con sus discos y constantes cambios sonoros. Después del acústico y calmado Morning Phase, el músico estadounidense volvió con Colors, en el que trabajó por cuatro años. Las tonalidades de sus canciones se pasean por el pop de los 80 con un poco de psicodelia y una energía que seguro lo alegrará y le darán ganas de pararse a bailar.

BLACK COUNTRY COMMUNION- BCCIV


Un poco después del lanzamiento de su anterior álbum en 2012, el grupo se separó debido a tensiones entre Glen Hughes (cantante y bajista) y Joe Bonamassa (guitarrista). Al parecer la animosidad duró poco, ya que en 2016 anunciaron su reconciliación y la grabación de un nuevo álbum: BCCIV, o como me gusta llamarlo: "Una patada en el trasero a la aburrida industria del rock". Desde la primera canción , Collide, este disco atrapa y no suelta hasta la última nota de When the Morning Comes. Glen Hughes brilla en la parte vocal. No en vano es conocido en el mundo de la música como "La Voz del Rock".

CHEAP TRICK- WE´RE ALL ALRIGHT


Muchos dirán cosas como "¿Cheap Trick todavía hace música?" o "yo me quedé en I Want you to Want me". Si ese es su caso, le presento We´re All Alright, el álbum 18 de estudio del grupo estadounidense, en el que Rick Nielsen y Robin Zander nos traen una mezcla tan vital de su clásico poder pop y rock pesado, que pareciera como si el álbum, lejos de ser anticuado, hubiera sido grabado a finales de los 70. Ojalá los músicos jóvenes tomen nota de álbumes como este y ayuden a los veteranos a traer de vuelta un sonido más puro y energético al rock. 

CHRIS ROBINSON BROTHERHOOD- BAREFOOT IN THE HEAD


En un mercado en el que el artista le cogió miedo a grabar álbumes y se dedicó a lanzar sencillos como método de supervivencia, Chris Robinson -mejor conocido por su trabajo como líder de los Black Crowes- y su banda han publicado seis en un periodo de 5 años. Rústicos y anticuados para algunos, esta banda está tratando con gran vehemencia de revivir el blues rock setentero con aires de  un hippismo que busca anular las formulas cuadriculadas y matemáticas en las que ha caído la música en la última década. 

DEPECHE MODE -SPIRIT


Si bien el trío británico no saca un conejo del sombrero para su álbum 14 de estudio, Spirit no es un álbum aburrido, por el contrario. Es todo lo que hemos aprendido a amar de Dave Gahan y los suyos a lo largo de las décadas: melodías delicadamente construidas y ese toque de maestría electro-pop que invade los sentidos sin compasión. Quizás la única diferencia radical se encuentra en el tono lírico del disco. En lugar de adentrarnos en asuntos de sufrimiento personal, las letra nos hacen pensar en los agitados momentos políticos y sociales que vivimos en la actualidad. ¡Toma eso, Trump!

FOO FIGHTERS- CONCRETE AND GOLD


El noveno álbum de los liderados por Dave Grohl es uno lleno de polos opuestos. Musicalmente va del pop al hard rock. Vocalmente pasa de lo melódico a los gritos frenéticos. Sus letras transitan por territorios bipolares, comenzando en la esperanza y terminando en la ausencia de la misma. Lo que no varia es su calidad. Desde los acordes iniciales de T Shirt hasta las notas finales de Concrete and Gold, el álbum no pierden constancia y brilla por su solidez. Además, invitados de lujo como Justin Timberlake, Alisson Mosshart, y Paul McCartney (¡tocando batería!) engalanan algunas de sus canciones. En un año en el que perdimos trágicamente a Chris Cornell, es un alivio seguir contando con el enorme ícono Grohl que es Dave Grohl.

MASTODON- EMPEROR OF SAND


Un individuo que anda por el desierto sin rumbo tras recibir una sentencia de muerte es el tema central de este álbum conceptual, el séptimo en el historial de la banda estadounidense. El grupo encontró la oscura inspiración para las letras y música de Emperor of Sand en los diagnósticos de cáncer que recibieron familiares y conocidos, y partieron de dicha base para hacer un disco cargado de riffs potentes, múltiples capas sonoras, un carga letal de metal pero con ese distintivo toque "pop" que el grupo ha adquirido en los últimos años. Por si no lo he dicho antes: el metal tiene un nuevo emperador y se llama Mastodon.

ROBERT PLANT- CARRY FIRE


¿Hay vida más allá de Led Zeppelin? Por su puesto, y el álbum 11 como solista de Robert Plant lo demuestra. Apoyado por los Sensational Space Shifters por segundo disco consecutivo, el cantante se aleja casi que totalmente de los aullidos rocanroleros que lo convirtieron en uno de los mejores vocalistas de la historia y encuentra en los terrenos del folk-rock su nueva zona de confort. Si espera un disco lleno de riffs zeppelinescos, no exponga sus oídos a este disco. Se decepcionará. 

U2- SONGS OF EXPERIENCE


Para su álbum número 14, el grupo irlandés decidió seguir mirando atrás y dar un repaso por su historia, tanto colectiva como personal. Su disco anterior trataba sobre cómo U2 llegó a convertirse en U2, este habla sobre la experiencia de ser U2, además de temas como la mortalidad -el cual aparece en el disco tras el accidente de motocicleta que sufrió Bono en 2014- y el estado de la sociedad actual (sí, más vainazos para el que quiere construir un muro en pleno siglo XXI). Si hay un artista que sabe condensar su música en un álbum es U2. A Songs of Experience no le sobra ni le hace falta nada. Comienza magistralmente con una balada (lo cual la banda nunca había hecho), pasa por canciones mid-tempo y nuevos himnos de estadio como You´re the Best Thing About Me, y concluye -tras uno que otro guiño a su anterior álbum- con otra balada: 13 (There is a Light), cerrando así el giro de 360 grados en el cual Bono y su corte se sumergen por 51 apoteósicos minutos. 







































jueves, 16 de noviembre de 2017

El Re-regreso de Stone Temple Pilots


Tras la salida de Scott Weiland en 2013 el grupo estadounidense decidió seguir adelante con Chester Bennington en su lugar. Con ambos cantantes fallecidos recientemente, los hermanos DeLeo y Eric Kretz (baterista) tomaron la decisión de emprender la búsqueda por un nuevo vocalista. Mucho se habló sobre quién podrá guiar a la banda por una nueva etapa. Hace algo más de un año se abrió una convocatoria para audiciones, por las cuales pasó un sinnúmero de cantantes, incluido Gutt, quien hizo su audición en septiembre de 2016, cuando fue recomendado a Robert DeLeo. 

La especulación concluyó hace pocos días cuando se confirmó que Jeff Gutt, exparticipante de The X Factor en 2012 y 2013, sería el nuevo cantante de Stone Temple Pilots. Con Gutt al frente del cuarteto, el grupo se presentó el 14 de noviembre en el mítico Troubador, así como también debutó Meadow, una nueva y pegajosa canción que haría parte de un nuevo álbum. Esta, al menos en mis oídos, suena a las épocas pop/glam de Tiny Music...con un Gutt que, al menos por momentos, recuerda -sin ser un clon o un wannabe- a Weiland. 

Escoger un cantante que -como el mismo  Dean DeLeo lo describe- no es necesariamente alguien famoso, es un gran acierto, ya que los vocalistas con recorrido casi siempre regresan a sus grupos originales. Para no ir muy lejos, basta con recordar como el mismo Scott Weiland puso pausa a Velvet Revolver para regresar a Stone Temple Pilots.

Sea lo que sea que guarde el futuro para esta nueva encarnación de la banda, todo parece haber comenzado con pie derecho. Juzguen ustedes mismos:






viernes, 21 de julio de 2017

Bon Appetite for Destruction


Hace unos años, mientras paseaba por los pasillos de una extinta discotienda de Bogotá, me acerqué a la sección de artistas cuyos nombres empiezan por G. Allí, justo frente a los álbumes de Guns N´Roses estaba parado un niño quien, según mis cálculos, no tendría más de 12 años. En sus manos tenía una copia de Appetite for Destruction, la cual miraba analíticamente por ambas caras. La fascinación en su rostro era increíble. Además de recordarme a mí mismo cuando de niño me acerqué a la banda, aquel chiquillo me dio confirmación absoluta de que el álbum en cuestión es legendario, esencial e imprescindible en la discografía de cualquier fanático del rock. 

En julio de 1987 la escena del rock era dominada por grupos glam y artistas pop, cuya música estaba marcada por melodías ligeras y amigables a la radio. La industria necesitaba una buena patada en el trasero que la sacara de su zona de confort y Guns N´Roses estaba dispuesto a dársela. Grabado en alrededor de dos meses, Appetite es considerado el mejor álbum debut de la historia. Desde el riff inicial de Welcome to the Jungle, pasando por la emblemática Paradise City y la dulzura de Sweet Child o´Mine, y finalizando con el cierre agridulce y nostálgico de Rocket Queen, el disco demuestra por qué es el mejor. No le falta nada. Tampoco le sobra. Paul Stanley (Kiss) fue tenido inicialmente en cuenta para ser el encargado de producir el álbum, pero el grupo decidió buscar a alguien más, dado que Stanley quería hacer muchos cambios a la batería de Steven Adler. 

Appetite for Destruction no fue un éxito inmediato. De hecho, tuvo que pasar un año para que despegara. MTV no quería rotar el video, pero cuando lo hizo un domingo a las 5 de la mañana, el canal recibió centenares de llamadas preguntando acerca de este y el grupo. El resto es historia.

A la fecha, Appetite for Destruction ha vendido un aproximado de 30 millones de copias en todo el mundo, sus canciones no han dejado de sonar en ningún momento y muchas de estas, principalmente Welcome to the Jungle, son usadas en múltiples eventos deportivos. 








jueves, 18 de mayo de 2017

Chris Cornell: In Memoriam



Una vez más, como se ha vuelto costumbre en el último par de años, debo hacer homenaje póstumo a otro de mis ídolos de adolescencia. ¿Qué puedo decir que no suene a cliché? ¿Qué Cornell es una de las grandes voces en la historia del rock? ¿Qué su legado nunca va a morir? ¿Qué su voz está a la par con otras voces del rock como la de Robert Plant? Todos clichés, sí. Todas verdades. 

Era el año 1994, el grunge y rock alternativo eran los sonidos más importantes del momento. Un día prendí mi televisor y puse MTV. El video que estaban dando era Black Hole Sun, del entonces más reciente álbum de Soundgarden. No sabía si reír, asustarme, o hacer ambas a la vez. Las extrañas imágenes del video eran suficiente razón para captar mi atención, pero era imposible, además, no captar de inmediato que tras dichas imágenes había una canción increíble, liderada por la potencia vocal de Cornell. Desde ese día me hice fan de Soundgarden y de Chris. 

Todo lo que bendecía con su voz se volvía oro. Comenzando con Soundgarden, pasando por Temple of the Dog y Audioslave, hasta llegar a su trabajo en solitario, con una muy pequeña duda sobre Scream, disco con fuertes influencias pop que dejó a todos confundidos. Era muy bueno haciendo versiones desconectadas de sus canciones, así como covers. Les recomiendo especialmente la versión que hizo de Nothing Compares to You de Prince, y la mitad parodia/mitad cover de One de U2 usando la letra de One de Metallica. Simplemente genial. Su rango vocal era supremamente amplio. Podía llegar a notas tan altas que podrían romper vidrios, pero a la vez sentarse con una guitarra acústica y arrullarnos con una dulce melodía. Según noticias recientes, Soundgarden estaba trabajando en el sucesor de King Animal, álbum con el que regresaron en 2012 tras algo más de una década de silencio. 

Nunca pude ver a Cornell en vivo, pero en no pocas ocasiones me imaginé asistiendo a un concierto de Soundgarden. En 2002, cuando Audioslave lanzó su primer álbum, intenté comprar mi entrada, pero justo ese día hubo un ataque cibernético y no pude comprarla, pues una vez logré volver a conectarme, las boletas estaban agotadas. 

Tengo en mi colección todos los álbumes de estudio de Soundgarden, el de Temple of the Dog, todo el catálogo de Audioslave, y un disco solista, y hoy -en medio de la tristeza- debo oírlos todos, así mi oído proteste y comience a pitar, como lo hace habitualmente. No importa. Será por una buena causa. Espero que como Cornell hizo a comienzos de los 90 cuando -tras el fallecimiento de su amigo y también cantante Andrew Wood- escribió un par de canciones brillantes como homenaje, las cuales se convirtieron posteriormente en el disco de Temple of the Dog, alguien en algún lugar devuelva tan hermoso gesto y escriba un par de canciones en su honor.




miércoles, 5 de abril de 2017

El Día en que Seattle Murió


El 5 de abril parece ser un día fatídico para el rock de los 90 y el movimiento grunge de aquella época. Ese día en 1994 fallecía Kurt Cobain. Exactamente ocho años más tarde, Layne Staley dejó esta tierra. Ambos iconos de la escena alternativa de la década. En otra curiosa coincidencia, los cuerpos sin vida de ambos fueron encontrados días después. El de Cobain fue hallado por un electricista que iba a hacer reparaciones en su casa. El de Staley fue descubierto dos semanas después de su muerte, tras la inquietud de su madre por él, ya que hacía varios días no sabía de su hijo. 

Con el paso del tiempo, y espero no sonar como un viejito aburrido y lleno de clichés, el legado de ambos solo se ha hecho más fuerte y - hasta el sol de hoy- nadie ha logrado pisar tan fuerte y con tanto ruido como estos dos grandes del rock. El carisma y liderazgo de Cobain ha sido imitado mas nunca igualado. La potencia vocal de Staley, su alma y emociones desgarradoras transmitidas en su música no las he vuelto a escuchar en ningún cantante. ¿No me creen? Oigan canciones como Love Hate Love, Nutshell, o Down in a Hole. Cobain fue el último gran líder del rock. El último que unió a una generación entera alrededor de su música. 

Personalmente me molesta un poco que Alice in Chains no sea más popular y que su catálogo, como la voz de Staley y la guitarra de Jerry Cantrell sea tan subvalorado. Y, así me quieran crucificar, en mi opinión, de los cuatro grandes del grunge (Nirvana, Alice in Chains, Pearl Jam, Soundgarden), Alice in Chains era el mejor, sin demerita en lo más mínimo a ninguno de los grupos mencionados.

¿Qué más se puede decir de estos dos que no se haya dicho ya? ¿Qué adjetivos utilizar para enaltecer más su obra y legado? Para quienes tuvimos la fortuna de tener su música como banda sonora de nuestros años de adolescencia: ¡somos unos malditos afortunados! Los roqueros de hoy leen sobre lo que ellos fueron, a nosotros nos tocó verlos en acción, ver cómo su talento se hacía grande. Hoy es un día para oír Nevermind y Unplugged in New York de Nirvana a todo volumen, sin olvidar Dirt y el autotitulado de Alice in Chains. Kurt, Layne: no sé si allá arriba tengan wi-fi, pero gracias por su música, ¡los recuerdo a través de ella todo el tiempo!










lunes, 13 de febrero de 2017

El Despiste de los Grammy


No me gustan mucho las ceremonias de premios. ¿Por qué? porque siempre premian a la misma gente y siempre se presentan los mismos artistas. Por otra parte, los Grammy -como toda entrega de premios- solo toca la superficie de la música, dejando por fuera o subestimando otros géneros musicales, entre ellos el rock. No, no es que hago estas críticas porque lo mío es el rock y lo demás es una basura. No es así. Adele, Beyoncé, Bruno Mars, etc, han hecho méritos para estar ahí y, hasta donde tengo entendido, nadie les ha regalado nada. 

Es cierto que el rock hace dos décadas dejó de ser el género más popular y que ya no es donde está ni el rating ni el dinero, pero sí los Grammy se mueven bajo el lema "La noche más grande de la música", ¿por qué no incluir a todos de forma más equitativa? ¿Quieren pruebas de cómo se discrimina el rock en los premios en cuestión? 

-Cada año hay no más de una presentación en vivo de un grupo de rock. Sin embargo, para hacer de dicha presentación algo más seguro y agradable, al grupo de rock de turno lo emparejan con un artista  "amigable" a la audiencia. Hace unos años Metallica se presentó junto al pianista Lang Lang. Anoche, en su regreso al escenario de los Grammy, el cuarteto de San Francisco hizo lo propio junto a Lady Gaga. La presentación, lejos de ser un desastre pero tampoco cerca a pasar a la historia como algo inolvidable, salió mejor de lo esperado, a pesar de las fallas técnicas que sacaron de casillas a James Hetfield (ver cómo patea el micrófono y lanza su guitarra violentamente al final de la presentación) y lo hicieron ver como un idiota mientras compartía micrófono con la estrella pop.


-Los premios más importante de rock y metal los entregan en una ceremonia previa que no cuenta con transmisión televisiva. Ayer, por ejemplo, Megadeth recibió un premio en dicha ceremonia previa, lejos de toda cámara o aplauso, y más encima, cuando subían a aceptar el premio, la banda de los Grammy tocó una canción de Metallica. Quien conoce la historia vertiginosa en la relación de estas dos bandas entenderá la ironía. Por si fuera poco, Nick Menza -exbaterista de Megadeth- fue ignorado en la sección de In Memoriam. 

-La única presentación de rock/metal, la de Metallica, la ubicaron en una hora un poco menos familiar, ya cuando buena parte de la audiencia se ha cansado y ha cambiado de canal. El año pasado, Hollywood Vampires tocó al final de la ceremonia, y cuando Metallica se presentó junto a Lang Lang, lo hicieron aproximadamente 45 minutos antes del fin de la entrega de premios.

-La encarga de presentar a Metallica y Lady Gaga (no recuerdo su nombre), solo dijo algo así como "con ustedes: ¡Lady Gaga!".

-Por último, ¿Qué carajos hacía Beyoncé nominada en una categoría de rock? El argumento de los organización Grammy fue que, si bien no se trata de una artista rock, la canción es una canción rock. Es decir que si en los próximos 12 meses Megadeth lanza un disco pop junto a The Weekend, en los Grammy 2018 ¿si los dejan hacer parte de la ceremonia central y los nominan a Mejor Álbum Pop?

Aclaro, no tengo problema con ninguno de los artistas de otros géneros que se presentaron este año. Todos merecen estar ahí por una u otra razón, pero ¿no les parece que están abusando de Lady Gaga, Adele, y Bruno Mars? ¿Seré el único que está agotado de verlos cada 15 minutos? Ayer, por ejemplo, Adele cantó dos veces. Convirtiendo, en su segunda presentación de la noche, una de las canciones más divertidas de George Michael en una pieza aburrida y lenta, deteniendo abruptamente su interpretación para volver a comenzar. Bruno Mars, por su parte, en su segunda presentación de la noche, hizo un digno tributo a Prince. No voy a negarlo, le salió muy bien y -lejos de ser Jimi Hendrix o el mismo Prince- demostró que puede defenderse tocando las seis cuerdas. Pero, ¿no había ningún otro artista que pudiera hacerse cargo de los tributos en cuestión? No tenía que ser un artista rock, simplemente tenía que ser otra persona. Elton John habría sonado genial haciendo una versión en piano de One More Try de George Michael. ¿Y qué tal una colaboración entre Lenny Kravitz y Red Hot Chili Peppers para homenajear a Prince? Mucho rock, ¿cierto?









domingo, 29 de enero de 2017

Elkin Ramírez: Una Leyenda del Rock


Era la segunda edición de Rock al Parque (si la memoria no me falla). Me dio por ir a la Media Torta -uno de los escenarios donde por aquella época se llevaba a cabo el mencionado festival- a ver a Kraken y  A.N.I.M.A.L. Ese concierto fue de mis primeras experiencias que tuve con la música en vivo, pues en esos momentos eran muy pocos los artistas que se animaban a pasar por Colombia. También fue uno de mis primeros acercamientos con el rock nacional. Para ese entonces ya conocía a Kraken. Todo gracias al disco Piel de Cobre, lanzado en 1993, y principalmente a su éxito Lenguaje de mi Piel. Confieso que la primera vez que escuché esa canción pensé que era una mujer quien cantaba. Cuando me enteré de que era un hombre no lo podía creer. ¿Cómo podía un hombre tener esa voz y llegar a esas notas tan altas? Para mí era tan inexplicable como asombroso. 

Además de su increíble voz, una de las cosas que más me impactaba del Titán -como se le conoce popularmente- era su calidad humana. No puedo decir que era su mejor amigo o que lo conocí de forma muy cercana, pero las veces que tuve el honor de tratarlo en persona fue enormemente amable, así como en sus conciertos, en los que por un par de horas agitaba su melena mientras demostraba su exquisito talento metalero para luego -una vez finalizado el concierto- despedirse de la audiencia con palabras muy paternales. Solía decir cosas como: "Tengan un buen y seguro regreso a casa. Recuerden que siempre alguien los espera".

En 2007, cuando aún estaba en la universidad, tenía un programa de radio en la emisora de la institución. Un día se me ocurrió armar un especial de rock nacional. lo primero que pensé fue en conseguir hablar con Elkin para entrevistarlo durante el programa. Como pude conseguí su número. A pesar de los nervios, decidí marcar. No contestó. Lo llamé unas horas más tarde, esta vez si respondió. 

Más o menos tartamudeando del susto le dije:

"E-E-Elkin, buenas tardes. Soy Gustavo Mendieta de la emisora de la universidad Sergio Arboleda. Estoy montando un especial sobre el rock nacional y me encantaría tenerlo en este".

Él, en un tono muy cordial, contestó:

"En este momento no puedo comprometerme contigo, pues estamos ensayando muy duro para unos conciertos".



3 años más tarde, mientras dirigía el programa estelar de la Superestación.fm, tuve mi desquite, pues Elkín fue a la emisora a promocionar Humana Deshumanización, el disco que Kraken lanzó en 2009. Además de estar emocionado por la entrevista, el fan interno estaba en júbilo. La noche anterior alisté un CD de Kraken para que lo firmara, lo cual hizo muy amablemente entre segmento y segmento de la entrevista. Dije algo así como:

"Elkin. Me pongo el camIseta de fan para pedirle que, por favor, me firme este CD".

Esto fue lo que escribió:

"Cordial saludo, Tavo Mendieta. Gracias x el apoyo".

Ese niño que escuchó Kraken por primera vez en 1993 estaba lleno de dicha. Pleno.

Tres días después de dicha entrevista fui a verlos tocar en un bar en Bogotá. Como era habitual, el grupo la sacó del estadio. El dominio del escenario que tenía Elkin era algo especial, así como también era el fervor que generaba en sus fans. Muy pocos grupos en Colombia han logrado generar el nivel de pasión que generó Kraken. Esa noche fui testigo de la leyenda del Titán.

Unas semanas más tarde, me encontré con Elkin en un bar. La persona con quien estaba quería un autógrafo para una prima. Lo pensé varias veces, ya que no quería incomodarlo en su tiempo privado, pero decidí acercármele y pedirle el autógrafo en una servilleta. Además de firmar dicha servilleta y preguntarme para quien iba dirigido el autógrafo, me saludó cordialmente y me preguntó cómo iba todo en la emisora. Ese era el Elkin que conocí. Un hombre humilde pero con enorme pasión por sus fans y su música. Muy humano. Bondadoso. Tanto así, que en uno de nuestros encuentros me dijo que quería hacer reuniones entre medios y artistas para que hubiera más unión, pues sentía que los medios odiaban a su competencia y lo mismo pasaba con las bandas de rock.

Hace aproximadamente siete años estaba conversando de música con alguien y el tema de Kraken surgió. Uno de los comentarios que hice fue: "Va a ser muy duro cuando muera Elkin Ramírez". Infortunadamente, ese día llegó. Se nos fue una leyenda del rock. Un músico que con las uñas construyó gran parte de lo que es el rock colombiano. Con un gran dolor pero sabiendo la suerte que tuve de poder conocerlo y entrevistarlo, solo puedo decir "!gracias, Titán!". Gracias por Frágil al Viento, por Lenguaje de mi Piel, por Vestido de Cristal, por No me Hables de Amor , por Amnesia. Gracias por la música.