martes, 27 de diciembre de 2011

Mis Discos Favoritos de 2011


Llegó de nuevo la época en la que me siento a oír y analizar una y otra vez los discos que salieron durante el año.  Sí, aún oigo y compro discos completos, y estos son mis 10 favoritos de 2011:

 Foo Fighters-Wasting Light


Hace poco pensaba en la razón por la cual la música de Nirvana no parece estar trascendiendo a nuevas generaciones, y creo que encontré la respuesta: Foo Fighters. El trabajo que ha hecho Dave Grohl de dejar atrás su pasado como baterista del trío de Seattle para cantar y colgarse una guitarra ha sido más que asombroso. El nuevo disco de los Foo, Wasting Light tiene 11 canciones con los riffs de guitarra más pesados que Grohl y compañía han compuesto desde los 90. Si bien es un disco orientado hacia el lado más heavy del Rock, las melodías y características Pop a las que el grupo nos tiene acostumbrado permanecen presentes, así como los dotes cómicos de sus videos. 

The Black Keys-El Camino


Después del éxito masivo de Brothers, muchos pensaron que el dúo compuesto por Dan Auerbach y Patrick Carney se tomaría un par de años para escribir material nuevo. Afortunadamente no fue así y El Camino, séptimo disco de The Black Keys, llegó apenas un año y siete meses después del anterior. Lleno de tonos vintage, guitarras Rocanrolleras y melodías contagiosas y seductoras, El Camino es, posiblemente, el mejor disco de Rock lanzado en 2011.  

Eddie Vedder-Ukulele Songs



Pensar en Eddie Vedder es pensar en una lista interminable de cualidades, calificativos y datos históricos como dios del Grunge, voltaje y 20 años al frente de una de las más importantes bandas de Rock: Pearl Jam. Sin embargo, hay que añadir algo a esa lista: ukelele. Sí, se lee extraño. Suena aún más extraño, créanme.  

Me tomó varias sesiones con el disco para encontrarle sentido, pero lo logré y, sin lugar a dudas, este es mi disco favorito de 2011. Cada una de las canciones de Ukulele Songs marca el inicio de una nueva etapa en la vida de Eddie Vedder, un hombre que se acerca a los 50 años y se comienza a notar positivamente en su música. Lejos de letras dedicadas a la rebeldía adolescente o la política, temas habituales en la música de Pearl Jam, este álbum está lleno de declaraciones de amor, soledad y corazones rotos. 



Red Hot Chili Peppers-I´m With You


A finales de 2009, John Frusciante confirmó lo que se rumoraba meses atrás: que ya no era más el guitarrista de los Red Hot Chili Peppers, lo cual llevó a muchos a pensar, incluyendo al bajista Flea, que el final del grupo había llegado. Afortunadamente para los fans, me incluyo, la salvación estaba ya en las filas de la agrupación. Tenía nombre y apellido: Josh Klinghoffer. En 2007, para la gira promocional de Stadium Arcadium, los Chili decidieron enriquecer su sonido en vivo y vincular teclados, percusión y una segunda guitarra. Es aquí donde entra Klinghoffer. Ya conocido por el resto de los integrantes (Anthony Kiedis, Flea y Chad Smith), vieron en él la solución a sus problemas. Para qué desgastarse haciendo audiciones si ya tenían a alguien acostumbrado a estar de gira con ellos, alguien que ya conocía la química de la banda y que, mejor aún, sabía tocar las canciones. El reemplazo era obvio.

Estamos ante un gran disco, La prueba de ello son las 14 canciones que lo componen, las cuales, a pesar de no tener impregnadas el clásico feeling Funk del cuarteto, son lo suficientemente RHCP como para no alienar a los fans de antaño. Tal vez ahí radica la única queja que tengo con el disco: faltó experimentación. En ocasiones, I´m With You suena como una mezcla de los tres trabajos anteriores de los Chili. 

The Strokes-Angles 


Cuatro años tuvieron que pasar para que Julian Casablancas y compañía nos entregaran un disco nuevo. Durante dicho periodo se habló bastante sobre supuestas tensiones dentro de la banda y se rumoró que estaba más cerca el final de la misma que el lanzamiento de un nuevo álbum. Las tensiones entre los integrantes de The Strokes y el paso por rehabilitación de su guitarrista Albert Hammond Jr, hicieron de las sesiones de grabación de Angles (Ángulos) una verdadera pesadilla, tal como lo describen los mismos integrantes del quinteto.

Este es un álbum hermosamente extraño y que hace honor a su nombre, pues cada canción apunta a un ángulo musical totalmente diferente a la anterior, algo que era de esperarse si tenemos en cuenta que buena parte de las canciones fueron grabadas sin que los miembros del grupo estuvieran juntos.

Angles es una muestra de los sonidos de una banda fracturada y a punto de quebrarse. No tiene coherencia alguna ni hilo conductor. Tal vez sea esa la razón por la cual está en pocas listas de lo mejor de 2011. Tal vez sea esa la razón por la que me gusta tanto. 

Limp Bizkit-Gold Cobra


Casi con total certeza garantizo que este disco, el sexto del grupo y primero con la formación original desde el año 2000, no va a estar en ninguna lista de fin de año. Varias son los motivos: el Nü Metal está muerto, Fred Durst, líder de la banda, es uno de los tipos más odiados de la industria de la música, y la crítica no ha sido muy generosa. Además, los bajos números en ventas y escasa exposición mediática, condujeron a que Interscope tomara la decisión de despedir al grupo del sello.

Se preguntará usted por qué incluyo este disco entre mis favoritos de 2011 si parece ser un desastre. Hay dos razones: en primer lugar, soy un nostálgico del Nü Metal, sub-género con el que conviví buena parte de mi adolescencia. En segundo lugar, extraño los cojones de este sub-género. Me hace falta el Rock con actitud, con voltaje, que no tema hacerle “pistola” al mundo. En mi opinión, el Nü Metal fue la última tendencia del Rock que logró eso, antes de dar paso a una generación de rockeros geeks que hacen música cuadriculada y no dejan espacio para la sorpresa y la controversia.

Gold Cobra es un álbum lleno de actitud y de canciones que los van a poner a saltar. Tal vez no sea el disco perfecto, pero es honesto, crudo y temerario. 

Loaded-The Taking


El grupo liderado por Duff McKagan (sí, el ex bajista de Guns N´ Roses) lanzó en abril su tercer álbum, The Taking. Si tiene buena memoria, tal vez recuerde que hacia 1993, cuando todavía estaba en GN´R, McKagan lanzó un disco solista llamado Believe in Me, el cual fue cualquier cosa menos bien recibido por la crítica y fans. Basado en aquel disco, jamás pensé que- casi dos décadas después- iba a lanzar material en el que su voz sonara tan bien y pudiera verse creíble como frontman, mucho menos que podría dejar el bajo para tocar guitarra. Tal vez no sea el sucesor de Eddie Van Halen, pero se defiende.

Dudé en comprar este álbum, sencillamente porque dudaba de las capacidades de McKagan fuera de Guns N´ Roses o Velvet Revolver y sin tener un grande como Slash o el mismo Axl Rose junto a él. Afortunadamente me equivoqué y me encontré con 12 canciones agresivas, pesadas, oscuras e impregnadas del Grunge de los 90. A pesar de todo Mckagan es oriundo de Seattle, cuna de dicho sub-género. 

Jane´s Addiction-The Great Escape Artist


Otro de los discos que difícilmente van a encontrar dentro de los más destacado de 2011. Quizá en la mente de quien consume música, Jane´s Addiction es un grupo de antaño y pasado de moda. De antaño, sí. ¿Pasado de moda? Nunca estuvo de moda. El hecho de que este sea apenas su cuarto lanzamiento desde 1988 no habla muy bien de su productividad y, en parte, es la razón por la cual jamás ha logrado posicionarse como un grupo relevante. No obstante, Perry Farrell, Dave Navarro, Stephen Perkins y Chris Chaney nos presentan un álbum totalmente vanguardista.

Como su título indica, este disco escapa del pasado de la banda y explora territorios nuevos. Según Farell, la idea era escapar del pasado. Con la ayuda de Rich Costey en la producción y Dave Sitek, integrante de TV on the Radio y uno de los genios del Rock moderno, en teclados, efectos y bajo en algunas canciones, Jane´s Addiction nos lleva a un mundo musical en el que el Hard Rock es mezclado con texturas electrónicas de forma sútil y elegante.  

Sebastian Bach-Kicking & Screaming


Quienes creyeron que los intérpretes del Hair Metal de los 80 estaban jubilados y regando matas en sus casas están muy equivocados. Sebastian Bach, ex cantante de Skid Row, es la clara muestra de que el Heavy Metal de la década de la laca y el spandex sigue vivo. El cuarto álbum solista de su carrera, aunque apenas el segundo con material 100% original, es una colección de 13 canciones llenas de lo que Bach sabe hacer mejor: gritar desenfrenadamente, un arte que con el tiempo se ha ido perdiendo. Si compran la edición de lujo, no sólo podrán oír una canción extra sino que se encontrarán con un DVD con el documental de cómo se hizo el disco, videos y varias presentaciones en vivo, incluyendo algunas de su paso por Bogotá en 2010. Recomiendo prestar especial atención a la guitarra de Nick Sterling, con apenas 21 años toca con la maestría de alguien del doble de su edad. 

Radiohead-The King of Limbs  


La música del quinteto de Oxford, Inglaterra cada vez se hace más bizarra, experimental y, por ende, apasionante. A pesar de que cada nuevo álbum de los liderados por Thom Yorke es más extraño que el anterior, la banda sigue totalmente vigente y sus lanzamientos siempre gozan de amplia atención comercial, algo que pocos grupos independientes logran con éxito. Las ocho canciones que hacen parte de The King of Limbs están llenas de loops, sintetizadores y del falsetto característico de Yorke. 

Desde Bloom, pasando por Lotus Flower y terminando con Separator, este disco es una amalgama de sonidos experimentales que, sin duda alguna, llevarán su mente a un exquisito paseo por diversos y oscuros paisajes y ambientes musicales. 









lunes, 21 de noviembre de 2011

U2: Al Borde De La Irrelevancia


Hace tan sólo unos días, el 19 de noviembre para ser exacto, Achtung Baby cumplió 20 años en el mercado. Este disco metió a U2 de lleno en los 90, en un momento en el que la banda estaba en crisis y buscando una forma de escapar de los 80. Las sesiones de grabación, que comenzaron en octubre de 1990, no fueron nada fáciles, sobre todo en su etapa inicial. La inspiración era escasa y los roces entre Bono, The Edge, Larry Mullen y Adam Clayton eran el pan de cada día. Soplaban fuertemente los vientos de separación, hasta que, de la nada, The Edge tomó su guitarra y tocó el riff de One. U2 comenzaba un viaje bastante experimental por la década de los 90. Viaje cargado de beats electrónicos, álbumes como Zooropa y Popmart, y sus respectivas giras Zoo TV y PopMart, las cuales contaban con puestas en escena bastante ambiciosas en lo visual.


Durante un periodo de 10 años, U2 supo mantenerse vigente, relevante. Hicieran lo que hicieran siempre encontraban el camino a la cima de los listados, dando de qué hablar y reinventándose disco tras disco, gira tras gira. El grupo salió bien librado de los 90 y hallando el camino perfecto para seguir adelante de manera exitosa. En 2000 lanzaron All That You Can´t Leave Behind, álbum con el que ganaron 7 premios Grammy y dejaron de lado su faceta electrónica/experimental para tocar un Rock más simple y tradicional. Éxito total. Infortunadamente, el éxito de sus discos se fue desvaneciendo con el paso de la década hasta llegar a un punto bastante bajo en 2009, año en que sale a la venta No Line On The Horizon. El disco vendió 5 millones de copias, cifra mucho más baja con respecto a sus discos anteriores. Ni la crítica ni los fans lo recibieron de forma positiva. Incluso los mismos integrantes de U2 han manifestado su decepción con respecto al resultado del álbum, liderado por el sencillo Get On Your Boots, canción que es prácticamente un mal clon de Vertigo, primer sencillo del álbum predecesor How To Dismantle An Atomic Bomb. En mi opinión, es el peor disco de la historia del grupo. Frío, apático, aburrido y con muy pocos momentos que destacar. Creo que U2 intentó apuntar a un sonido más progresivo como el de Yes y Emerson, Lake & Palmer, pero se quedó en aguas tibias y a mitad de camino.


Soy fan de U2, sobre todo de sus 4 primeros discos, por ende me duele decir que la banda ha entrado en el peligroso terreno de la irrelevancia. Difícil de aceptar, pero debo ser objetivo. Sus discos cada vez logran menos impacto, tanto a nivel mediático como comercial y de ventas. Eso sí, sus giras son siempre exitosas y rompen todo tipo de récords de asistencia, pero no es suficiente cuando se trata de un grupo que nos tiene acostumbrados  a llenarnos de éxitos con cada sencillo, con cada nueva producción. Precisamente Bono, al mirar atrás y recordar las épocas del aclamado Achtung Baby, ha aceptado que U2 está en el borde de la irrelevancia, dejando abierta la posibilidad de que tal vez el fin del grupo ha llegado. Es muy complicado que un grupo pueda mantener el fuego vivo durante una carrera tan larga como la de U2. Pero, ¿Qué se hace cuando el fuego se está apagando? R.E.M., grupo contemporáneo a U2 y que hace unos meses anunció su disolución, estuvo caminando por las sendas de la irrelevancia por varios años antes de tomar la decisión de decir adiós. Prueba de ello son los varios discos de canciones cuadriculadas y sin pasión. 

No sé si U2 quiera recorrer ese mismo camino para, después de lanzar música sin mayor atractivo, tomar la decisión de separarse, dejando una imagen de grupo cansado y por debajo de su verdadero talento, porque si hay algo cierto es que un artista es tan bueno como su último trabajo. Soy partidario de que U2 tome un par de años sabáticos y haga un intento más de lanzar un disco que valga la pena. En dicho periodo tal vez puedan asesorarse de los Red Hot Chili Peppers en temas como “Cómo ser relevantes a pesar del paso del tiempo” o incluso sentarse a hablar con Axl Rose y preguntarle cómo ha hecho para seguir siendo interesante y relevante en la prensa sin importar los kilos de más y su evidente deterioro musical. Si nada de esto funciona, lo mejor  será seguir los pasos de R.E.M. y despedirse antes de arruinar su legado y pasar de la adoración de sus fans al desprecio y pesar. Tal vez es hora de dejar que bandas como Muse, Coldplay, Keane y The Killers hagan los hits que ellos, a juzgar por su presente, ya no pueden hacer.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Metallica? Lou Reed? WTF!?!



Hace un par de meses leí la noticia de que Metallica y Lou Reed estaban poniendo toques finales a un disco en conjunto. Pensé que era una broma. Sin embargo, y tras consultar varias fuentes, confirmé la veracidad de la información. Aún así, no podía creer que dos artistas tan diferentes juntaran fuerzas. Los responsables de la masificación del Metal por un lado, el padre del Indie por el otro. Uno de los cuatro grandes del Thrash con el líder The Velvet Underground, grupo pionero del Art Rock que Pink Floyd haría grande en la década de los 70. Mundos absolutamente paralelos.

Se preguntará usted de dónde nació la idea para crear esta masa musicalmente amorfa. En 2009, el Rock and Roll Hall of Fame celebró sus 25 años con una serie de conciertos. Metallica y Lou Reed tocaron a dúo. En los camerinos de dicho evento la idea comenzó a gestarse, idea que era algo diferente a lo que terminó siendo. Lo que inicialmente quería Lou Reed era que Metallica grabara-sin él- algunas canciones que había escrito y que nunca había lanzado. Entre esas canciones había varias compuestas para una obra teatral llamada Lulu, la cual estaba inspirada en dos obras del alemán Frank Wedekind. Lulu, precisamente, es el nombre del producto final, el cual fue lanzado el 1 de noviembre en Estados Unidos y el 31 de octubre en el resto del mundo.


No es un disco nada fácil de oír por varias razones. La primera, y que de alguna forma ya planteé al comienzo del artículo, radica en lo diferentes que son los artistas involucrados. Si Metallica hubiera hecho un álbum con Ozzy Osbourne o Lemmy Kilmister, sería perfectamente coherente. Si Lou Reed hubiera hecho lo propio con The Killers –banda con la que ya ha trabajado- o Interpol, seguramente habría funcionado muy bien. La segunda razón es el tiempo de duración de las canciones y las características musicales de las mismas. Mistress Dread, por ejemplo, es una muestra clara y contundente de la furia “thrashera” de Metallica con Lou Reed hablando. Sí, hablando. Oigan la canción y traten de imaginar cómo se vería en vivo. Sencillamente no lo imagino, sería un momento casi cómico.


 Las 10 canciones suenan como si Metallica hubiera compuesto música a una colección de poemas escritos por Reed. De esas 10 canciones, siete duran más de seis minutos, siendo Cheat On Me (11:26) y Junior Dad (19:29) las más largas, por no decir insoportables. Los momentos más interesantes del álbum son aquellos en los que Reed no habla y la interpretación instrumental de Metallica manda la parada. Ocasionalmente James Hetfield, cantante y guitarrista de Metallica, adorna brevemente las canciones con su voz, pero no por mucho tiempo ni en muchas canciones. Lulu es una colección de canciones en las que Hetfield, Ulrich, Trujillo y Hammett hacen de banda de apoyo, algo similar a lo que hizo Pearl Jam con Neil Young en los 90 para el proyecto conocido como Mirrorball.

Fans de ambos lados no están muy contentos, sobre todo los de Metallica, quienes han clasificado al disco como “Basura” y “Porquería”, e incluso han amenazado de muerte a Lou Reed. Para oír este disco hay que armarse de tiempo y paciencia y, sobre todo, entender que este no es el nuevo álbum de Metallica ni la nueva dirección del cuarteto. Respiren, no se van a dedicar a ponerle música a poemas ni a obras teatrales. Es simplemente un experimento y, como tal, puede ser exitoso o un fracaso. Si no les gusta lo experimental, lo denso y extraño, Lulu no es para ustedes. Sin embargo, y como siempre, no pretendo ser la “última palabra” sobre ningún tema musical. Por ende recomiendo que juzguen ustedes si el disco es una abominación musical o una joya preciosa: http://www.loureedmetallica.com/listen-to-lulu.php

martes, 4 de octubre de 2011

Lo Siento, No Se Llaman Guns N´ Roses



Si Amparo Grisales y la mesa de jurados de Yo Me Llamo hubieran estado en Rock In Rio en la madrugada del lunes, muy seguramente habrían dicho al unísono tras la presentación de Guns N´ Roses: “Lo siento, no se llaman Guns N´ Roses”. No hay que ser el más sabio en materia de música ni tener el oído más educado para darse cuenta de que la actual encarnación de la banda- cuyo único miembro original es Axl Rose- no es ni sombra de lo que era. No es Guns N´ Roses. No, no y no.

No toquemos el tema de la hora en la qué el grupo salió al escenario. Dejémoslo de lado porque mientras Guns N´ Roses siga haciendo conciertos, los eternos retrasos siempre serán una posibilidad. Concentrémonos en el fiasco que fueron las casi dos horas y media que duró el concierto.  Sí, fiasco. Lo digo con dolor, el dolor de un fan que creció con la música de los Gunners. En esto hay que ser objetivo, lo del domingo fue sencillamente patético. Una trasnochada que realmente hubiera preferido evitar, pero me ganó la curiosidad. Me ganó el fanatismo. Siempre he apoyado a Axl Rose, uno de mis ídolos musicales, pero jamás he apoyado ni me ha parecido coherente seguir usando el nombre de Guns N´ Roses. Claro, legalmente el nombre es de Axl, así que nada puede detenerlo en seguirlo pisoteando. El problema no es el “nuevo disco”, Chinese Democracy, el problema son las presentaciones en vivo. El problema es la voz de Axl, la cual no ha podido recuperar y, justo cuando parece que está en camino a lograrlo, decide alejarse de los escenarios por varios meses y, como es lógico, la falta de práctica hace que pierda el terreno conquistado. Basta con oír y ver esta tortuosa comparación de su voz cantando Paradise City en 1992 y 2006. Advertencia: el contenido del video es supremamente doloroso.


Es cierto que los años no llegan solos y que para cualquier músico resulta muy difícil conservar intacto el fuego y talento de sus épocas doradas. No existe ni existirá un artista con una carrera perfecta, así como tampoco ha nacido ni nacerá el primer cantante que jamás se desafine. El otro gran problema de Axl es su cabeza, su “testarudez”, su maldita idea de seguir adelante sin aquellos que construyeron lo que GN´R representa. La vergüenza de Rock in Rio habría sido menos evidente de haber tenido a Slash a su lado y no a un guitarrista que, aunque muy bien dotado técnicamente, parecía estar más concentrado en su máscara de Stormtrooper que en tocar.


Los músicos que acompañan a Axl son muy buenos, siempre lo he dicho. El problema es que Guns N´ Roses llegó a ser un grupo muy grande, masivo, formado por un grupo de personas que se convirtieron en íconos e ídolos de muchos. Por eso es tan difícil creerse el cuento de que la banda de hoy es, efectivamente, Guns N´ Roses. No lo creo. Nunca lo haré. Es como si hoy en día los Rolling Stones estuvieran conformados por Mick Jagger y 4 tipos totalmente desconocidos, inaceptable. La versión Rock In Rio de Axl Rose es realmente triste. Cansado, ahogado, desafinado y desinteresado, así se le vio en el escenario. Por si fuera poco, se le olvidó la letra de November Rain.

Creo que no es tarde para poner freno a una carrera musical que va derecho al abismo, si es que no está ahí ya. Chinese Democracy, a pesar de ser ridículamente sobre-producido y de no haber cumplido expectativas, no alcanza a arruinar la historia discográfica de Guns N´ Roses, pero temo que si Axl sigue lanzado discos usando el nombre de la banda, borrará con el codo lo que hizo con la mano. Debería usar otro nombre. Debería simplemente ser solista y no poner a 3 guitarristas a tocar lo que hace 20 años Slash tocaba solo y mejor. "Axl y Sus Rosas" sería preferible.

Ver a Axl en Rock In Rio fue muy triste. Parecía una estrella en el ocaso de su carrera, un objeto de burla, una parodia. Repito, me duele escribir esto, pero al César lo que es del César. En las próximas semanas Guns N´ Roses comenzará su primera gira por Estados Unidos en 5 años, no sin antes tocar algunas fechas en Suramérica. Asimismo, el anuncio de si el grupo es escogido para ingresar al Rock and Roll Hall of Fame llegará en cualquier momento. Oportunidad de oro para enderezar el rumbo y lograr la tan anhelada reunión de la formación original de la banda, lo cual, al menos en mis ojos, es lo único que podrá salvar a Axl Rose y preservar su lugar como uno de los grandes cantantes de la historia del Rock. Mientras eso no suceda, debo decir lo siento, no se llaman Guns N´ Roses.   






viernes, 30 de septiembre de 2011

EL ROCK AND ROLL HALL OF SHAME!



Por esta época cada año, miles de rockeros alrededor del mundo hacen sentir su voz de inconformidad y desacuerdo. ¿La razón? El anuncio de los nominados para entrar al Rock N Roll Hall of Fame, mejor conocido por muchos como el “Rock N Roll Hall of Shame (Vergüenza)”. La verdad es que me uno a ese grupo de rockeros inconformes. Esta institución es una verdadera vergüenza.

¿Cómo es posible que artistas como ABBA, Madonna y Run DMC estén en un museo que hace homenaje a los más grandes del ROCK? No sé si entiendo mal el significado de la palabra “Rock” y lo que esta representa como género musical, pero ¿Qué tienen de “Rock” Run DMC o la Reina del Pop? No me malentiendan, respeto a ambos, pero su influencia está en otros géneros de la música como el Rap y el Pop. La presencia de ABBA en el Rock and Roll Hall of Fame es inexplicable, sobre todo cuando verdaderos rockeros como Iron Maiden, Deep Purple, Judas Priest y Mötley Crüe llevan esperando años. Lo peor de todo, ¡ni siquiera han sido nominados! Tal vez el caso más patético y ridículo es el de Kiss. Honestamente la banda de Gene Simmons y Paul Stanley no está en mi lista de favoritas, sin embargo su no presencia en el Hall es una verdadera locura. Déjenme detenerme un instante en este punto para explicar el porqué. Según las “reglas” de la institución, para ser inducido hay que cumplir los siguientes requisitos:

  1.  Haber lanzado el primer disco, EP o sencillo al menos 25 años antes de la fecha de nominación.
  2. Haber demostrado "Excelencia musical".
  3. Influencia sobre otros artistas, duración e impacto de la carrera.
  4. Innovación y superioridad en estilo y técnica.

Kiss cumple todos y cada uno de dichos requisitos al pie de la letra.  Su primer y auto-titulado disco salió en 1974, hace 37 años. Todos  los integrantes que han sido parte de la alineación de la banda son excelentes músicos y compositores que han marcado la vida de muchos melómanos y colegas. Si no es así, pregúntele a todos esos músicos cuya puesta en escena incluye algún tipo de maquillaje, pirotecnia o teatralidad. Hasta al metalero más metalero le gusta su música. Scott Ian de Anthrax, por ejemplo, es un fan declarado del cuarteto. Por si fuera poco, además de música, Kiss ha fabricado cuanto accesorio y pieza de merchandise ha querido. Camisetas, baberos, máscaras, muñecos, hasta condones. Me pregunto si eso es lo que le molesta al comité directivo del Hall of Fame, que el grupo sea un emporio, una empresa. 

    
    Este año –como era de esperarse- Kiss no fue tenido en cuenta, así como tampoco fueron tenidos en cuenta Rush, Journey y Bon Jovi. Seguramente en unos años estos grupos, mientras ven la ceremonia de inducción por televisión, serán testigos de cómo los Jonas Brothers, Kanye West y Justin Bieber reciben respectivos honores de parte del Rock and Roll Hall of Shame, perdón, Fame. Los nominados para inducción en 2012 fueron anunciados esta semana, entre los nombres destacados están The Cure, Heart, Joan Jett and the Heartbreakers, Beastie Boys, Red Hot Chili Peppers y Guns N´ Roses, entre otros. Todos con carreras muy dignas. Todos merecedores de inducción, pero ¿Hasta cuándo van a despreciar el legado de todos los grupos ya mencionados? Más encima, y como si no hubiera suficientes grupos haciendo fila para ser inducidos, los directivos del Hall quieren modificar las reglas para que grupos más recientes puedan ingresar. De tal manera que Kiss tendría que competir contra Nirvana, Pearl Jam y toda la generación Grunge.


   No voy a negar que me hace completamente feliz la nominación y posible inducción de Guns N´ Roses. Además de merecerla, la posibilidad de una reunión de la formación original sería un acontecimiento histórico que el Rock and Roll Hall of Fame no va a dejar pasar. ¿Imaginan la publicidad y rating que tendría la ceremonia? Porque, sin lugar a duda, esta es la reunión que el mundo del Rock ha estado esperando desde 1993 cuando Axl, Slash y Duff –tres de los cinco integrantes originales de la banda- se presentaron en vivo por última vez.

    Habrá que esperar el anuncio de los grupos que el 14 de abril de 2012 recibirán el honor de estar en la lista de miembros del Rock and Roll Hall of Fame. Si me permiten dármelas de adivino, Red Hot Chili Peppers, Heart y Guns N´ Roses estarán en ella. Razón para celebrar, sí, pero la celebración JAMÁS será completa hasta que quienes escogen anualmente la lista de afortunados- 500 supuestos expertos en la materia- entren en razón y hagan justicia con todos los grupos nombrados a lo largo de este texto. Mientras tanto serán para mí y para muchos otros, el Rock and Roll Hall of Shame.  

viernes, 23 de septiembre de 2011

ADIÓS, R.E.M.


Cuando la noticia de la separación de R.E.M. llegó el pasado miércoles en la tarde, me sorprendí. Siempre pensé que un grupo como ellos jamás iba a retirarse, que seguiría lanzando disco tras disco, haciendo gira tras gira, pero todo tiene su final y, como bien lo dijo Michael Stipe en comunicado oficial, “La habilidad en ir a una fiesta, está en saber cuándo es tiempo de irse”. Algunos querrán entrar en controversia y decir que ese “tiempo de irse” era 1997, cuando Bill Berry, baterista original, se retiró. Otros afirmarán que R.E.M. debió separarse después de lanzar Document en 1987, último álbum lanzado de forma independiente y antes del éxito masivo y mundial que alcanzarían con Green y el aclamado Out of Time de 1991. La verdad es que nunca hay un momento correcto o incorrecto para terminar una banda, mucho menos en el caso de una como la que integraron Michael Stipe, Mike Mills, Peter Buck y Bill Berry. ¿Se imaginan si en 1987 el entonces cuarteto hubiera decidido no seguir adelante? Hoy no disfrutaríamos de canciones legendarias como Losing My Religion, Man on the Moon, Everybody Hurts, entre muchas otras, o nos hubiéramos perdido de la densidad y amargura de canciones como Leave, del oscuro, experimental y exquisito New Adventures in Hi Fi de 1996.


La discografía de R.E.M. es increíblemente interesante, de principio a fin. Incluso en la década de los 2000 cuando, en vez de jubilarse, continuaron grabando. Sí, es cierto que los discos de dicha década carecen de aquellos grandes éxitos comerciales que los hicieron famosos. Oír un álbum como Reveal (2001) o Accelerate (2008) podía ser casi tortuoso si se intentaba buscar el lado comercial, pero enormemente gratificante al conectar con la sensibilidad de melodías y letras de canciones como Imitation of Life y I´ll Take The Rain. Incluso su más reciente lanzamiento, ahora el último, es bastante divertido, variado, en él se puede apreciar a un grupo temerario y dispuesto a explorar a pesar de tener ya 14 discos a cuestas. De no ser por la precaria y, en mi opinión inexistente, televisión musical de la actualidad, un video y una canción como Überlin habría sido gigante, un clásico instantáneo.


Ahora el mundo se quedó sin una de sus bandas top, una FUNDAMENTAL (sí, con mayúsculas) para la historia del Rock, tanto así que Kurt Cobain afirmó a comienzos de los 90 que R.E.M. era el grupo “perfecto”, el grupo que él quería que Nirvana fuera. Michael Stipe era su ídolo, incluso ambos tenían planeado trabajar juntos cuando, infortunadamente, Cobain fue encontrado muerto, curiosamente con un disco de R.E.M. -Automatic For The People- en su equipo de sonido. La influencia de la banda de Stipe es de proporciones dantescas, el Indie Rock actual y el Rock Alternativo de los 90 no habrían sido lo que hoy son sin el “empujón” de R.E.M. en los 80 cuando, con las uñas y apoyados de la radio universitaria, demostraron que se podía ser cool, interesante y, lo más importante, que se podía tener éxito sin verse obligado a venderse al sistema, sin tener el pelo lleno de laca, spandex, guitarras rosadas o pantalones de leopardo. No, no tengo nada contra el Glam.


R.E.M. no sólo cambió las reglas del juego, inventó unas propias. Sus primeros pasos se dieron cuando la escena de la música no era otra cosa que Thrash y New Wave. El éxito comenzó a llegar cuando todo era Glam. Su masificación sucedió cuando el Grunge estaba por doquier. Su status de grupo grande y legendario les fue otorgado cuando el Rock era gobernado por el nü metal, el renacer del garage y el pop punk. R.E.M. siempre encontró la forma de ser relevante, a pesar de que su sonido no estuviera encasillado dentro de ninguno de los movimientos de moda.

No son muchas las bandas que cambian la historia, dejan huella y permanecen siempre vigentes, R.E.M. era, es y siempre será una de ellas. Hasta siempre y adiós, R.E.M.  

"Where is the road I follow? To leave, leave......"


lunes, 19 de septiembre de 2011

EL RENACER DE LOS RED HOT CHILI PEPPERS


Cuando el cuarteto estadounidense lanzó en 2006 el álbum doble Stadium Arcadium, me pregunté: “¿Qué pueden hacer los Chili Peppers para superar este disco?”. Pues bien, eso mismo se preguntó John Frusciante, quien entonces estaba encargado de tocar las 6 cuerdas. Su respuesta llegaría unos años más tarde, más exactamente a finales de 2009 cuando confirmó públicamente que un año atrás había dejado el grupo, argumentando que ya había hecho todo lo que tenía que hacer con la banda. Supuse que el final de los Chili había llegado. No supuse mal, pues Flea, bajista, consideró poner punto final a casi 3 décadas de grooves Funk/Rock.

Afortunadamente para los fans, me incluyo, la salvación estaba ya en las filas de la agrupación. Tenía nombre y apellido: Josh Klinghoffer. En 2007, para la gira promocional de Stadium Arcadium, la banda decidió enriquecer su sonido en vivo y vincular teclados, percusión y una segunda guitarra. Es aquí donde entra Klinghoffer. Ya conocido por el resto de los integrantes (Anthony Kiedis, Flea y Chad Smith), vieron en él la solución a sus problemas. Para qué desgastarse haciendo audiciones si ya tenían a alguien acostumbrado a estar de gira con ellos, alguien que ya conocía la química de la banda y que, mejor aún, sabía tocar las canciones. El reemplazo era obvio.


Con Klinghoffer abordo, el grupo estaba completo y listo para seguir rockeando. En septiembre de 2010 comenzaron las sesiones de grabación de un nuevo álbum, el primero desde la partida de Frusciante en “términos amigables”. Bajo la batuta de Rick Rubin, eterno productor del grupo, la nueva alineación de los Red Hot Chili Peppers grabó su décimo álbum en los estudios EastWest en Los Angeles. El resultado: I´m With You, lanzado el 29 de agosto, 5 años y 3 meses después de Stadium Arcadium. En cuanto la fecha de publicación del álbum fue anunciada, sentí ansiedad, ya que soy fan del grupo desde mediados de los 90, pero tenía mis dudas. No estaba seguro de que la banda pudiera seguir adelante sin el  menospreciado virtuosismo de John Frusciante. Muy poco se supo del disco mientras estaba siendo grabado. Más allá de revelar que tendría algo de experimentación con sonidos africanos, Kiedis y compañía mantuvieron en secreto lo que ocurría en las sesiones de grabación.

Desde que I´m With You llegó a mis manos, debo haberlo oído unas 20 veces. Con audífonos, sin ellos, en computador, en equipo de sonido. Contagiado por su "pegajoso" primer sencillo (The Adventures of Rain Dance Maggie), he analizado todas las canciones una y otra vez. ¿Mi veredicto? Estamos ante un gran disco, uno que, cuando partió Frusciante, pensé que jamás iba a llegar y que el último capítulo en la historia de los Chili Peppers había sido escrito. Pero no, la banda aún tiene mucho fuego, mucho picante que ofrecer. La prueba de ello son las 14 canciones que componen el álbum, las cuales, a pesar de no tener impregnadas el clásico feeling Funk del cuarteto, son lo suficientemente RHCP como para no alienar a los fans de antaño. 


Tan sólo tengo una única queja del disco: faltó experimentación. Sí, hay tintes leves de ritmos africanos en canciones como Ethiopia, Did I Let You Know y Dance, Dance, Dance, así como piano en Happiness Loves Company, Even You Brutus? y Police Station, instrumento que -a menos que me haya perdido de algo- nunca había oído en alguno de sus álbumes. Sin embargo, la presencia de dichos elementos no es lo suficientemente fuerte como para rotular I´m With You como un “disco experimental”. Faltó más riesgo, romper el molde, quizá uno que otro toque electrónico hubiera sido interesante. Muchas de las canciones del disco encajarían perfectamente en Californication o By The Way. Si juzgamos por niveles de experimentación, la calificación sería muy baja, lo cual no quiere decir que este sea un disco aburrido. Si no experimentar fuera aburrido,  entonces las carreras de AC/DC, Iron Maiden y Tool serían verdaderas calamidades.

Una de las cosas en las que más enfoqué mis sentidos a la hora de “diseminar” el disco, fue la guitarra de Josh Klinghoffer, a quien hace unos párrafos describí como el “reemplazo obvio”. Tal vez ser el reemplazo de Frusciante era algo que tenía muy presente en su conciencia musical, tanto así que por momentos parece que su antecesor fuera quien tocara en el álbum y no él. Klinghoffer debió ser más él mismo, tanto en el disco como en vivo, donde incluso improvisa los solos como hacía Frusciante.


En general I´m With You es un muy buen álbum, tal vez no sea el mejor de su carrera, pero sí uno del cual pocos estarán decepcionados. La pregunta que queda es: ¿Cuánto durará está alineación junta? Desde que Frusciante se vinculó al grupo a finales de los 80, sin él sólo han lanzado dos discos (One Hot Minute y I´m With You). Por alguna razón siempre, como el buen hijo, ha regresado a casa. Amanecerá y veremos. 

viernes, 12 de agosto de 2011

EL ÁLBUM QUE CAMBIÓ A METALLICA


1991 fue un año inolvidable para el Rock. Artistas como Nirvana, Red Hot Chili Peppers y Guns N´ Roses lanzaron álbumes esenciales para la historia del género, pero tal vez uno de los más relevantes e influyentes es el disco auto titulado de Metallica, mejor conocido por sus fans como The Black Album, el cual salió hoy hace 20 años y sigue tan vigente y fresco como siempre. 

Producido por Bob Rock junto a James Hetfield (cantante y guitarrista) y Lars Ulrich (baterista), sus 12 canciones representaron un cambio radical en el sonido de la banda, así como la apertura de la misma al mainstream, algo que alienó a unos cuantos y atrajo a miles alrededor del mundo. Canciones como Enter Sandman, The Unforgiven y Nothing Else Matters son consideradas como algunas de las más emblemáticas de la discografía de la banda y, por supuesto, de este disco, el cual -al menos en mi concepto-, es prácticamente perfecto, la docena de canciones que lo componen, todas tenían la suficiente calidad para ser sencillos.


 Si usted hace parte de ese grupo de fans alienados por la música del álbum, muy seguramente esté en total desacuerdo con el anterior párrafo. Lo entiendo, sin duda haber conocido a Metallica a través discos “Thrasheros” como Kill ´Em All y Master of Puppets para pasar a los sonidos más refinados del disco en cuestión tuvo que ser algo traumático. En mi caso, el ahora mítico Álbum Negro fue mi primer contacto con el grupo, por ende ya podrá imaginarse el aprecio que tengo hacia este.

The Black Album fue el primer número 1 en la historia de la banda, alcanzando la cima de los charts en 10 países y con 22 millones de copias vendidas en todo el globo, además de haber sido certificado por la RIAA como disco de platino. Sin embargo no todo fue color de rosa, el proceso de grabación fue negro, tan negro como el nombre del disco y su portada. Según cuenta Bob Rock, la tensión en el estudio llegó a un punto tan alto que las peleas entre los integrantes no se hicieron esperar, sobre todo entre Hetfield y Ulrich, quienes -más que intercambiar ideas para las canciones- intercambiaban todo tipo de gritos e insultos.

Los seguidores que Metallica había conseguido con sus 4 primeros álbumes se sentían traicionados, no podían creer que el grupo quitara tanto el pie del acelerador y compusiera canciones mid-tempo como Sad But True y My Friend of Misery o baladas como The Unforgiven y Nothing Else Matters, pero esa era la idea desde el momento mismo en que comenzaron a trabajar en el disco, dejar el Thrash atrás y hacer algo más melódico. ¿La inspiración? Quizá la menos esperada de todas, la entonces competencia musical del cuarteto: Mötley Crüe y su álbum Dr. Feelgood, producido por Bob Rock. James Hetfield quería hacer un álbum que sonara así y que lograra capturar la vibra de la banda tocando en vivo, consiguiendo así un sonido más sólido y al grano, lejos del formato de canciones que duraban entre 7 y 8 minutos y sí muy cerca de algo más “radial”, aunque, según Hetfield, sonar en radio no era la intención. 


En cuanto a las letras, escritas por Hetfield, estas ya no le cantaban -como en discos previos- a la guerra ni a temas místicos sino a asuntos de la vida personal del cantante como la muerte de su madre (The God That Failed) e incluso a sentimientos como el de extrañar a su novia mientras el grupo estaba de gira (Nothing Else Matters).

Tal vez este no sea el mejor disco de la banda y posiblemente lanzarlo le costó muchos fans, pero nada de lo que Metallica haya perdido fue tan grande e importante como los premios, ventas y exposición masiva que recibió, por no hablar de la madurez musical adquirida, haber grabado uno de los álbumes clásicos e imprescindibles del Rock e influir a una nueva generación de bandas como Godsmack, Avenged Sevenfold, Bullet for My Valentine, Mastodon entre muchos otros.

Los puede tildar de “Vendidos”, pero gústele o no, con The Black Álbum Metallica logró sonar como ningún grupo de Metal había sonado antes, ampliando los límites del Thrash y llevando a la escena metalera más allá de su resguardo underground y hacia un lugar más visible. ¿Había necesidad de hacerlo? ¿Era necesario que sus videos rotaran en MTV y su música en las principales emisoras? Tal vez no, puede que hoy en día rotar en dicho “canal de música” no sea el más grande de los honores, pero un grupo de las características de Metallica lo hace en medio de tanto reality y música Pop. Eso debe tener cierto valor, ¿o no? 

lunes, 1 de agosto de 2011

DEL GRUNGE AL UKELELE


Pensar en Eddie Vedder es pensar en una lista interminable de cualidades, calificativos y datos históricos como dios del Grunge, voltaje y 20 años al frente de una de las más importantes bandas de Rock: Pearl Jam. Sin embargo, hay que añadir algo a esa lista: ukelele. Sí, se lee extraño. Suena aún más extraño, créanme.

Recientemente Vedder lanzó Ukulele Songs, su segundo álbum solista, una aventura sónica en la que nos lleva por un universo musical más bien bizarro para oídos educados con Jeremy, Animal o Alive. Los gritos, energía desenfrenada y guitarras distorsionadas dieron paso al intenso barítono de Vedder, el cual es guiado por simples, pero dulces e hipnóticas melodías que provienen de su ukelele. “Se lo tenía bien guardado”, podrá decir quien no esté del todo familiarizado con la discografía de Pearl Jam, pero la verdad es que en uno de los álbumes del grupo, Binaural, este ícono del Rock de los 90 ya había usado este exótico instrumento en una de sus canciones. Tal vez fue ese el momento en que nació la idea para este proyecto.

Poner las palabras “ukelele” y “Rock” en la misma oración no es muy común, pero si revisamos la historia, la unión entre estos dos mundos no es tan reciente como parece, ya que otros rockeros como Brian May, George Harrison, Jimi Hendrix y Neil Young, conocido como “El padrino del Grunge” y principal influencia de Vedder, se acercaron a este instrumento mientras aprendían a tocar guitarra, y, ya como músicos profesionales, en sus grabaciones y conciertos.

El álbum abre con una nueva versión de “Can´t Keep”, original de Pearl Jam, una jugada inteligente con miras a que quienes conocen la historia musical de Vedder no se sientan del todo alienados con este experimento sonoro en el que decidió incursionar el cantante. Una vez concluyen los casi 3 minutos que dura dicha canción, comienza lo realmente interesante aunque, al menos en mi experiencia, también lo más difícil de digerir, pues no es mucho lo que se puede hacer con un ukelele, así como tampoco es mucho lo que se puede hacer con este para lograr canciones diversas y atractivas. Sin embargo, Vedder lo consigue magistralmente con tracks que llenan el alma con su contenido lírico y simpleza musical: Without You, Sleeping by Myself, Goodbye y Longing to Belong son los puntos más fuertes del disco.


Ukulele Songs cuenta también con una serie de covers como More Than You Know, Tonight You Belong to Me, canción en la que participa la cantante Cat Powers, y Dream a Little Dream of me, cuya interpretación original es atribuida a Wilbur Schwandt y Fabian Andre, pero que hicieron famosa artistas como Ella Fitzgerald y The Mammas and The Pappas. En este álbum, la profunda voz de Vedder y sus letras llenas de melancolía e introspección se funden con los sonidos del ukelele para formar una amalgama que, después de unas cuantas horas cara a cara con las 16 canciones del disco, hacen de este un experimento exitoso y en el que es inevitable sentir el deseo de pararse y aplaudir. Vedder ha hecho lo que ningún cantante ha hecho antes: hacer que 34 minutos de ukelele sean soportables y que este pequeño instrumento de apenas cuatro cuerdas pueda lograr tanta grandeza musical.


Si usted es, como dicen por ahí, “rockero de pura cepa” y no está seguro de que pueda soportar algo más de media hora de música que gira en torno a un instrumento exótico, le cuento que, como rockero de pura cepa, he disfrutado este álbum tanto como aquellos que me ponen a hacer headbanging y me antojan de meterme en un buen pogo. Desde que el disco llegó a mis manos, he cambiado el air guitar por el air ukulele. 10 puntos para Ukulele Songs.