Cuando el cuarteto
estadounidense lanzó en 2006 el álbum doble Stadium Arcadium, me pregunté:
“¿Qué pueden hacer los Chili Peppers para superar este disco?”. Pues bien, eso
mismo se preguntó John Frusciante, quien entonces estaba encargado de tocar las
6 cuerdas. Su respuesta llegaría unos años más tarde, más exactamente a finales
de 2009 cuando confirmó públicamente que un año atrás había dejado el grupo,
argumentando que ya había hecho todo lo que tenía que hacer con la banda. Supuse
que el final de los Chili había llegado. No supuse mal, pues Flea, bajista,
consideró poner punto final a casi 3 décadas de grooves Funk/Rock.
Afortunadamente para los
fans, me incluyo, la salvación estaba ya en las filas de la agrupación. Tenía
nombre y apellido: Josh Klinghoffer. En 2007, para la gira promocional de
Stadium Arcadium, la banda decidió enriquecer su sonido en vivo y vincular
teclados, percusión y una segunda guitarra. Es aquí donde entra Klinghoffer. Ya
conocido por el resto de los integrantes (Anthony Kiedis, Flea y Chad Smith),
vieron en él la solución a sus problemas. Para qué desgastarse haciendo
audiciones si ya tenían a alguien acostumbrado a estar de gira con ellos, alguien
que ya conocía la química de la banda y que, mejor aún, sabía tocar las canciones.
El reemplazo era obvio.
Con Klinghoffer abordo, el grupo estaba completo y listo para seguir rockeando. En septiembre de 2010
comenzaron las sesiones de grabación de un nuevo álbum, el primero desde la
partida de Frusciante en “términos amigables”. Bajo la batuta de Rick Rubin,
eterno productor del grupo, la nueva alineación de los Red Hot Chili Peppers
grabó su décimo álbum en los estudios EastWest en Los Angeles. El resultado:
I´m With You, lanzado el 29 de agosto, 5 años y 3 meses después de Stadium
Arcadium. En cuanto la fecha de publicación del álbum fue anunciada, sentí
ansiedad, ya que soy fan del grupo desde mediados de los 90, pero tenía mis
dudas. No estaba seguro de que la banda pudiera seguir adelante sin el menospreciado virtuosismo de John Frusciante. Muy poco se supo del disco mientras estaba siendo
grabado. Más allá de revelar que tendría algo de experimentación con sonidos
africanos, Kiedis y compañía mantuvieron en secreto lo que ocurría en las
sesiones de grabación.
Desde que I´m With You llegó
a mis manos, debo haberlo oído unas
20 veces. Con audífonos, sin ellos, en computador, en equipo de sonido. Contagiado por su "pegajoso" primer sencillo (The Adventures of Rain Dance Maggie), he analizado todas las canciones una y otra vez. ¿Mi veredicto?
Estamos ante un gran disco, uno que, cuando partió Frusciante, pensé que jamás
iba a llegar y que el último capítulo en la historia de los Chili Peppers había
sido escrito. Pero no, la banda aún tiene mucho fuego, mucho picante que
ofrecer. La prueba de ello son las 14 canciones que componen el álbum, las
cuales, a pesar de no tener impregnadas el clásico feeling Funk del cuarteto, son lo suficientemente RHCP como para no
alienar a los fans de antaño.
Tan sólo tengo una única queja del disco: faltó experimentación. Sí, hay tintes leves de ritmos africanos en
canciones como Ethiopia, Did I Let You Know y Dance, Dance, Dance, así como
piano en Happiness Loves Company, Even You Brutus? y Police Station, instrumento
que -a menos que me haya perdido de algo- nunca había oído en alguno de sus álbumes.
Sin embargo, la presencia de dichos elementos no es lo suficientemente fuerte
como para rotular I´m With You como un “disco experimental”. Faltó más riesgo,
romper el molde, quizá uno que otro toque electrónico hubiera sido interesante.
Muchas de las canciones del disco encajarían perfectamente en Californication o
By The Way. Si juzgamos por niveles de experimentación, la calificación sería
muy baja, lo cual no quiere decir que este sea un disco aburrido. Si no
experimentar fuera aburrido, entonces las
carreras de AC/DC, Iron Maiden y Tool serían verdaderas calamidades.
Una de las cosas en las que más enfoqué mis sentidos a
la hora de “diseminar” el disco, fue la guitarra de Josh Klinghoffer, a
quien hace unos párrafos describí como el “reemplazo obvio”. Tal vez
ser el reemplazo de Frusciante era algo que tenía muy presente en su conciencia
musical, tanto así que por momentos parece que su antecesor fuera quien tocara
en el álbum y no él. Klinghoffer debió ser más él mismo, tanto en el disco como
en vivo, donde incluso improvisa los solos como hacía Frusciante.
En general I´m With You es un muy buen álbum, tal vez
no sea el mejor de su carrera, pero sí uno del cual pocos estarán
decepcionados. La pregunta que queda es: ¿Cuánto durará está alineación junta?
Desde que Frusciante se vinculó al grupo a finales de los 80, sin él sólo han
lanzado dos discos (One Hot Minute y I´m With You). Por alguna razón siempre,
como el buen hijo, ha regresado a casa. Amanecerá y veremos.
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