Para haber sido un año tan horrible y desastroso, tuvo muy buena música. Al menos con eso nos podemos quedar de este pesado e intratable 2020 que está, gracia a Dios, llegando a su fin. Para ser sincero, este año no tenía muchas ganas de hacer este top de mis álbumes favoritos, pero tomé impulso y decidí no dejar que 2020 acabara con una tradición que llevo haciendo por 10 años. Con ustedes mis discos favoritos de este año, sin ningún orden en particular. A todos les deseo lo mejor para 2021, paz, amor, salud, todo lo que este año nos quitó o se negó a darnos. ¡A la mierda 2020!
*las opiniones expresadas a continuación son, bueno, opiniones de la apreciación de quien escribe, pero se aceptan reclamos y observaciones dentro del marco del respeto y sano debate.
The Strokes- The New Abnormal
Si hay un grupo que trabaja lento y se toma muuuucho tiempo entre álbumes, ese es The Strokes. Siete largos años tuvieron que pasar para que el grupo estadounidense lanzara su sexto larga duración. Por momentos, parecía que la banda estaba más cerca de disolverse que de hacer nuevo material. Afortunadamente para todos, ese no fue el caso y, por el contrario, nos complacieron con una colección de canciones muy maduras y enfocadas.
AC/DC- Power Up
Otro grupo que parecía estar más cerca del colapso que de otra cosa. Gracias a los dioses del rock el grupo australiano liderado por Angus Young supo sortear las muchas dificultades que tuvieron en los últimos años, entre ellas los problemas auditivos de Brian Johnson, y nos regalaron su álbum número 17, una colección de 12 canciones en las que suenan frescos y con su clásica, inagotable y adictiva fórmula.
Chris Cornell- No One Sings Like You Anymore, Vol. 1
La frase que da nombre al álbum, tomada de el clásico de Soundgarden Black Hole Sun, cobra todo el sentido del mundo al oír el disco, una colección de covers de artistas como John Lennon, Prince, Janis Joplin, entre otros. Quizás el momento en que la voz de Cornell brilla más es en su versión de Patience, canción que Guns N' Roses hiciera famosa a finales de los 80. Chris Cornell es el regalo que sigue dando, incluso desde el más allá.
Muzz- Muzz
De Nueva York llega este trío integrado por Josh Kauffman, Matt Barrick, y Paul Banks, este último conocido por su trabajo como cantante y guitarrista de Interpol. Este combo de amigos comenzó a hacer cosas junto desde 2015, pero fue apenas en 2019 que se pusieron serios y comenzaron a grabar. El resultado es este autotitulado álbum, una nueva joya del rock independiente que nos da un hermoso paseo por territorios de post-punk y folk.
Armored Saint- Punching the Sky
Siempre he tenido mucho aprecio por la capacidad vocal de John Bush desde sus días en Anthrax. Tan bueno es, que en algún momento en los 80 Metallica consideró reclutarlo como cantante para que James Hetfield se concentrara solo en la guitarra (de los miles de "yeah!" que nos hubiéramos perdido). En el nuevo álbum del veterano grupo de metal estadounidense, su voz sobresale como siempre. Potente y melódica a la vez. En cuanto a la música, las canciones del LP nos muestran a un grupo que, a pesar de ser un clásico del género, se niega a evolucionar y explorar cosas nuevas.
Ozzy Osbourne- Ordinary Man
¿Quién mejor que el mismísimo Príncipe de las Tinieblas para ponerle algo de luz a un año tan oscuro? Ozzy, quien no se veía grabando un nuevo álbum, no solo lo hizo sino que también resultó ser uno tremendamente bueno. Si bien no cuenta con Zakk Wylde, quizás el guitarrista con quien mejor le ha ido desde los 90, tiene a su lado una banda con la que no se puede fallar: Chad Smith en la batería, Duff McKagan en el bajo. Por si fuera poco, invitados ilustres como Slash y Elton John engalanan algunas de las canciones.
Deftones- Ohms
Si la ley de Ohms habla sobre la transmisión de corriente, este álbum, el noveno del grupo estadounidense no podría tener un mejor nombre, pues sus canciones son de alto voltaje. Ohms es todo lo que Deftones nos enseñó a amar de ellos: los riffs pesados y distorsionados, melodías crudas y oscuras, y la voz de Chino Moreno que puede lograr cosas que van desde poner los pelos de punta a quien la oye, hasta exorcizar nuestros demonios internos con la potencia de sus gritos.
Pearl Jam- Gigaton
Es cierto que Eddie Vedder y su corte ya perdieron el voltaje noventero y que parecen más oficinistas que las estrellas de rock que son, pero continúan haciendo buena música y negándose a permanecer estancado en la nostalgia grunge. Dicho esto, su álbum 11 suena muy bien condensado y maduro, con pizcas de rock estridente, baladas, y una alta dosis de experimentación, sobre todo en canciones como Dance of the Clairvoyants, en la cual la banda de Seattle coquetea con sonidos electrónicos mezclados disco, tal vez la canción más experimental del catálogo del grupo, lo cual demuestra que Pearl Jam, a diferencia del perro viejo, sí aprende nuevos trucos.
Marilyn Manson- WE ARE CHAOS
Más de una década y varios álbumes han pasado desde que Marilyn Manson sonó así de maduro y melódico. Con este disco, el undécimo en su carrera, logra un matrimonio perfecto entre lo oscuro e íntimo -sobre todo en las letras- con lo pesado, estridente y melódico. Producido por el mismo Manson en conjunto con Shooter Jennings, más conocido por su influencia en el mundo de la música country, dan como resultado una muy interesante amalgama de lo mejor de los mundos a los que ambos músicos pertenecen: la sensibilidad melódica de Jennings con el factor shock de Manson.
The Killers- Imploding the Mirage
En el primer álbum de estudio desde Wonderful Wonderful de 2017, el primero sin el guitarrista Dave Keuning- quien decidió tomarse un descanso indefinido de la banda-, el grupo de Las Vegas recupera mucho del brillo de sus dos primeros álbumes. Guiados por la melódica voz de Brandon Flowers y a través de sus clásicas letras introspectivas, los Killers nos dan 10 canciones que, sin sonar como una fórmula usada o gastada, recuerdan a aquellas canciones de coros grandes de álbumes como Hot Fuss y Sam's Town.