Cada final de década parecía traer una especie de crisis de identidad musical a U2. A finales de los 80, en un concierto en vísperas de Año Nuevo, Bono señalaba que el grupo debería alejarse para soñar todo de nuevo. El extraño mensaje fue tomado por muchos como un anuncio de separación del cuarteto irlandés. Pero fue solo un susto, pues realmente el mensaje hablaba de buscar un nuevo sueño musical, en el cual la banda estuvo sumergida durante toda la década de los 90. Experimentando fuertemente con sonidos electrónicos y haciendo giras masivas con espectáculos extravagantes a la vista. Una vez llegó 1999, el grupo se encontraba de nuevo en esa rara encrucijada musical. La época de coquetear con otras tendencias musicales parecía haber pasada y, de hecho, no haber funcionado del todo bien. Sobre todo con el álbum Pop, en el que, para muchos, U2 exageró en todo sentido, haciendo de este uno de los menos aclamados de su catalogo.
All That You Can't Leave Behind, décima producción del grupo, fue un regreso relativamente cercano a sus raíces y todo un acierto a nivel comercial. Canciones como Beautiful Day, Walk On y Elevation fueron grandes éxitos radiales y ayudaron a impulsar al álbum al número 1 en más de 30 países y a vender alrededor de 12 millones de copias a nivel mundial. Su gira promocional fue a mucho menor escala y bastante más íntima que Popmart, tour con el que promocionaron Pop.
Dos décadas después de su lanzamiento, es fácil ver (y oír) la importancia de este disco en el repertorio de U2. Temas como Beautiful Day, primer sencillo del álbum, y Stuck in a Moment you Can't Get out of se han convertido en insignias de la banda y favoritas de los fans. Para muchos, All That You Can't Leave Behind es la tercera obra maestra del grupo, solo por detrás de los legendarios Achtung Baby y The Joshua Tree. ¿Cómo llegó a ganarse un lugar en el podio de álbumes de un grupo que tiene ya una carrera de más 40 años? Fácil: es un lanzamiento tremendamente bien condensado. Al que no le hace falta nada ni mucho menos le sobra. Por otra parte, está cargado de canciones pegajosas que van directo al grano, sin importar tanto los adornos ni arreglos. Siendo un fan de la época experimental de U2, las canciones de este álbum tienen todo lo que nos hizo amar al cuarteto en primer lugar. Es fresco, es puro, es U2 sin disfraces.
Para conmemorar los 20 años de esta obra maestra, el grupo lanzó una edición especial con canciones en vivo, versiones, alternas y varias canciones grabadas en la época pero que no tuvieron lugar en el listado final de canciones. Siendo la más destacada de esta The Ground Beneath Her Feet, la única canción en la historia de U2 que no fue escrita por ninguno de sus integrantes, sino por el escritor Salman Rushdie. ¡Tan bueno es este disco que una señora canción como esta no tuvo espacio!