miércoles, 16 de junio de 2021

La conexión entre Guns N' Roses y Enrique Iglesias


Es cierto que en el mundo de la música se han producido extrañas uniones. Lou Reed y Metallica es una de las que más ha levantado cejas en los últimos años, por no mencionar la de Slash con la cantante española Martha Sanchez. Tranquilos, los gunners no piensan hacer una canción con Enrique Iglesias, pero sí existe una conexión entre ambos artistas. 

A comienzos del nuevo milenio, Axl Rose -como ya era costumbre para entonces- estaba buscando un nuevo guitarrista para que entrara a formar parte de la nueva y siempre cambiante alineación de Guns N' Roses. Richard Fortus, actual guitarrista de la banda, viajó a Los Angeles para hacer su audición. Sin embargo, ya estando allá, se enteró de que Axl le había dado el trabajo a un excéntrico pero virtuoso guitarrista llamado Buckethead (sí, el que se pone el balde de KFC en la cabeza). Un tiempo después, volvieron a contactarlo. Fortus se encontraba de gira en Europa con Enrique Iglesias, pero aprovechó un par de días libres para viajar a Estados Unidos a reunirse con Axl, con quien habló horas y horas, hasta que por fin le ofreció el trabajo como su nuevo guitarrista.

Cuenta Fortus que en el aeropuerto de regreso a Europa, se encontraba esperando su vuelo cuando un hombre le dijo: "Disculpe, ¿es usted quien pienso que es?", a lo que él contestó que probablemente no. El curioso hombre luego le preguntó: "¿no es usted Izzy Stradlin?". Fortus respondió "no, pero me acabo de quedar con su trabajo".

Dos décadas han pasado desde entonces, y Fortus ha logrado consolidarse como un miembro importante del grupo, a tal grado que ni el mismo Izzy Stradlin le quitó el lugar en la reunión del grupo con Duff McKagan y Slash. 




 

viernes, 4 de junio de 2021

25 años atrás Metallica da un salto generacional con Load


Para 1996, el panorama musical era muy diferente al   que Metallica se había acostumbrado en los 80. El metal ya no era tan popular, tampoco lo era tocar multiples acordes a la velocidad de un rayo. La llegada de los 90 lo había cambiado todo, y bandas como Iron Maiden, Slayer, Megadeth ya no reinaban. Lo alternativo, liderado por el grunge de grupos como Nirvana, Pearl Jam, Alice in Chains, y Soundgarden mandaba la parada.

El cuarteto de San Francisco notó eso y siguió alejándose del thrash metal que lo había catapultado al estrellato en la anterior década. Atrás quedaron las canciones épicas estilo Master of Puppets, o las estridentes como Whiplash. Era hora de intentar algo nuevo, de sonar diferente y verse diferente. En entrevista de 1997, James Hetfield señaló que para aquel entonces hacer música rápida "no nos emocionaba más". 

Dicho desencanto por la música veloz quedó plasmado en las 14 canciones de Load, las cuales suenan más al rock alternativo de la época que al heavy metal de los 80. Con tintes de blues, rock alternativo e incluso algo de country, Metallica dejó a todo el mundo con la boca abierta. Algunos valoraron su nueva dirección y los riesgos tomados. Otros, los puristas del metal, detestaron cada segundo del álbum, dándole el rótulo de "traidores vendidos" al grupo. Por si fuera poco, los cuatro integrantes de la banda decidieron cortarse el pelo, pintar sus uñas de negro, usar maquillaje, y cambiar su manera de vestir, tal como se evidencia en las fotos del disco, sobre todo en la contraportada, en la cual posan con una pinta que se acerca más a la de un grupo de salsa que de metal.

Load es sin duda uno de los discos más odiados de toda la discografía de Metallica, prácticamente con todos los que hicieron desde ese momento, especialmente St. Anger y Lulu, la colaboración con Lou Reed. Sin embargo, un cuarto de siglo después de su lanzamiento, es fácil entender lo que la banda quería hacer con el cambio de sonido: ganar la aprobación de una nueva generación de fans, a la cual no le interesaba el metal, pero sí el rock duro y alternativo.

¿Podemos culparlos por querer dar un salto generacional?




miércoles, 2 de junio de 2021

Cuando Dave Gahan murió...por unos minutos


De no ser por el rápido y efectivo accionar de los paramédicos, Dave Gahan -cantante de Depeche Mode- sería otra de las tantas historias de mártires del rock. 

El 28 de mayo de 1996, en el hotel Sunset Marquis de Los Angeles, el músico sufrió una sobredosis de heroína y cocaína, conocida como speedball. Según cuenta el mismo Gahan, cuando volvió en sí, le preguntó al paramédico si había vuelto a tener una sobredosis, a lo cual el galeno contestó: "No, David, moriste. Estuviste muerto por un par de minutos".

Su "muerte" ocurrió un año después de su intento de suicidio. Era, sin duda, una época oscura para el cantante, quien tras sobrevivir a la sobredosis, pasó tiempo en prisión y tuvo que asistir a terapia, además de presentar exámenes para supervisar que no estuviera consumiendo ninguna droga. En entrevista con Rolling Stone de 2005, Gahan dijo sobre su roce con la muerte: "Lo único que vi fue oscuridad". 

Después de la gira del álbum Songs of Faith and Devotion, el grupo claramente necesitaba un descanso. Gahan y su compañero de banda Martin Gore eran presa de excesos, y Alan Wilder había decidido abandonar la banda. A pesar de las grandes dificultades por las que atravesaba Depeche Mode, el ahora trío se las arregló para grabar un nuevo álbum, Ultra, en el cual quedó plasmada la oscuridad por la que pasaban, sobre todo en el sencillo Barrel of a Gun, en el que se ve a un Dave Gahan deambulando las calles como un zombi y haciendo todo tipo de cosa extrañas. 

Afortunadamente, desde aquel episodio con la muerte, Gahan ha logrado mantener su sobriedad y habla sobre el asunto sin ningún tipo de tapujos. En entrevista de 2007 con The Guardian, señaló que "en los dos minutos en los que mi corazón paró, una gigantesca voz dentro de mí dijo 'esto esta mal', me asusté enormemente.