martes, 26 de julio de 2011

EL CLUB DE LOS 27: ¿COINCIDENCIA O MALDICIÓN?


La historia de la música ha estado marcada por personajes excéntricos y talentosos: Jim Morrison, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Brian Jones y Kurt Cobain son algunos de ellos. Además de una clara facilidad para crear y vidas llenas de sexo, drogas y Rock N´ Roll, ¿Qué más tienen en común estás desaparecidas estrellas de la música? todos murieron a los 27 años y, desde entonces, hacen parte del temido Club de los 27.

Sobre este oscuro club se ha dicho de todo, a tal punto que en 2008 el autor Eric Segalstad publicó un libro llamado The 27s: The Greatest Myths of Rock N´ Roll, en el cual ahonda en las historias de aquellos músicos cuya vida ha llegado a su final a los 27, preguntándose si la numerología y la astrología han jugado un rol en sus decesos.  

No creo mucho en este tipo de cosas y, si  me preguntan, saltaría a la conclusión inmediata de que se trata de tristes e infortunadas coincidencias. Dudo que la Parca ande rondando por doquier desde la década de los 60 buscando estrellas de Rock de 27 años para quitarles la vida. Sin embargo es inevitable pensar en que hay algún tipo de maldición, ya que el Club de los 27 cuenta con una muy extensa lista de ilustres “afiliados”. Además de los 4 músicos citados al comienzo de este texto, otros como Kristen Pfaff de Hole, Jeremy Michael Ward de The Mars Volta y, más recientemente, Amy Winehouse son apenas algunos de los que han visto sus carreras terminar de forma abrupta a los 27.

Antes de creer en aspectos sobrenaturales o supersticiones, es mejor y más aconsejable mirar cifras concretas. Según el Journal of Epidemiology, el 31% de las muertes de músicos entre 1956 y 2000 se debieron directamente a drogas, alcohol y a daños colaterales causados por el consumo excesivo de estas sustancias. Supongo que las estadísticas después del nuevo milenio varían en porcentaje, mas no en causas. Basta con detenerse en la muerte de Jeremy Michael Ward en 2003 debido a sobredosis de heroína, o a la de Amy Winehouse hace unos cuantos días y que, si bien no ha sido confirmado, asumir que su deceso fue causado por exceso de alguna droga no es nada descabellado.

Si se analiza la lista de miembros del Club de los 27 y las razones por las cuáles dejaron de existir, se puede encontrar algo que casi todos compartían: adicciones, ya sea a drogas o alcohol. Luego entonces, la fijación de la Parca no es hacia rockeros de 27 años sino hacia adictos a sustancias legales o ilegales. ¿Maldición? ¿Numerología? ¿la Parca? Bla bla bla, lo dudo. Esas teorías dejémoslas a Walter Mercado o al Indio Amazónico. Yo creo en las respuestas más fáciles, lógicas. ¿Por qué estos artistas murieron a la misma edad? Coincidencia, una muy grande, pero coincidencia al fin y al cabo.

Como dijo el actor estadounidense James Dean: “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”. Tal vez fue esa la filosofía por la que vivieron los miembros del Club de los 27 y, gracias a la cual, pusieron el pie en el acelerador y se nos adelantaron en el viaje. 

viernes, 22 de julio de 2011

I WANT MY MTV!!!

Así como en el comienzo del hit de 1985 de la banda inglesa Dire Straits, exclamo, grito “I want my MTV”! Claro que, además de una exclamación y un grito herido, esa célebre frase cantada por el mismísimo Sting me lleva a una pregunta: ¿Qué pasó con MTV?

Recuerdo cuando tenía 14 años, llegaba del colegio, prendía el televisor y sintonizaba MTV para ver videos musicales y nada más que eso. El canal era el vehículo por el cual llegaban a mí los videos de los grupos del momento: Stone Temple Pilots, Guns N´ Roses, Soundgarden, Metallica, entre otros. Era un niño siendo educado en la música por un medio de comunicación, como debe ser pero, tristemente, ya no es. Programas como Conexión, Expo, Clásico, Nación Alternativa y Headbangers se hicieron a un lado para dar paso a realities, realities y sí, un poco más de realities. La parilla del canal está invadida por personas mostrando sus historias de superación, quinceañeras caprichosas que quieren cielo y tierra para sus fiestas de cumpleaños e ítalo-americanos metidos en un jacuzzi peleando, emborrachándose y teniendo sexo con todo lo que se mueva.

Mientras mi generación aprendía de música y estaba al tanto de todo lo que pasaba en el mundo del entretenimiento, la actual toma nota de comportamientos aberrantes transmitidos 24 horas al día sin remordimiento alguno.  Ahora todo adolescente y pre-adolescente quieren ser tan musculoso y borracho como cualquiera en el elenco de Jersey Shore y las niñas añoran ser tan lobas y “brinconas” como Snookie. Odio sonar como un anciano y plasmar pensamientos que, como dirían nuestros padres, son “Chapados a la antigua”, pero me da rabia, mucha rabia que el canal que nos sumergía en el arte, ahora enseña que es cool portarse como un jackass.


Muchas veces he pensado que los ejecutivos del canal deberían cambiarle el nombre y listo, problema resuelto. Poner una R en vez de una M, hacer una campaña de relanzamiento, cambio de imagen y voila! Nace RTV, el Canal de los Realities. ¿Utópico? Sí. Nunca va a pasar. ¿Volverá entonces MTV a tener una programación similar a la de otrora? Tampoco, el reality es un fenómeno que se niega a desaparecer y, sobre todo, que el target del canal ha aprobado con niveles elevadísimos de rating. Hace poco otro fan del MTV de antaño redactó una carta quejándose por la programación actual y la envió al canal, ¿Adónde creen que fue a parar esa misiva? Difícilmente a manos de los altos mandos, quienes, seguramente, ni siquiera llegaron a leerla. A ellos no les interesa promover cultura, sólo les llama la atención el negocio, el billete engordando sus cuentas bancarias.

Afortunadamente para nosotros, amantes de los videos y gomosos del entretenimiento, VH1, a pesar de uno que otro reality, aún rota videos en sus diferentes franjas, y si no es VH1 es Much o incluso HTV si sus gustos son más “folclóricos” que los míos. Si todo esto falla, tendremos que acudir al glorioso Youtube, bendito seas por tener todos los videos que en televisión ya no nos quieren poner, y lo mejor: sin VJs contando chistes malos!


Creo que Dire Straits debería grabar una versión 2011 de Money for Nothing y, en lugar de que Sting pida su MTV, que pida su Youtube o al menos, dado el contenido vacío del canal, su Empty Tv. Ya lo puedo oír: “I Want My Empty TV!!!”.

P.D: si algún día pueden hacerlo, cuenten cuantos videos dan en MTV desde las 10am hasta las 10pm. Les aseguro que no son 20. ¿Apostamos?  

lunes, 18 de julio de 2011

¿Podrán los Chili Peppers sin Frusciante?


La respuesta más lógica sería "Sí" o "¿Por qué no?", ambas fulminantes al interés de generar una charla larga y tendida sobre el tema. Para los nuevos fans de la banda, aquellos que apenas la conocen gracias al primer sencillo de su décimo álbum I´m With You, la idea de ver a los liderados por Anthony Kiedis sin John Frusciante en las seis cuerdas será normal. Para aquellos que seguimos a los Chili desde la época del Blood Suga rSex Magik o antes, la historia tal vez sea otra. 

Si bien Frusciante no es integrante de la formación original del grupo (reemplazó a Hillel Slovak cuando este falleció a causa de una sobredosis en 1988), es como si lo fuera, ya que cuando entró a formar parte del cuarteto, este comenzó a ganar éxito comercial. Irónicamente, fueron los mismos problemas que terminaron con la vida de Slovak los que, en parte, llevaron a Frusciante a abandonar la banda en 1992, no sin antes grabar dos álbumes (Mother´s Milk y Blood Sugar Sex Magik) cuyas ventas combinadas superaron las 15 millones de copias a nivel mundial. 

Con Frusciante fuera de panorama, los Chili lanzaron One Hot Minute, primer y único álbum con Dave Navarron (Jane´s Addiction) en guitarra. A pesar de contar con sencillos de gran éxito como My Friends, el cambio de sonido no gustó y el álbum se convirtió en una decepción comercial. De la guitarra funky de Frusciante se pasó a los riffs oscuros y pesados de Navarro, alienando a la sólida base de fans conseguida con los dos discos previos.


El "Romance" con Dave Navarro duró poco, ya que en 1998 fue despedido de la banda por diferencias creativas. Para entonces su antiguo guitarrista, John Frusciante, estaba en bancarrota, recién dado de alta de un centro de rehabilitación, visiblemente afectado por las drogas y listo para morir, razones suficientes para que el bajista del grupo, Flea, acudiera a su rescate ofreciéndole volver a tocar con la banda, suceso del cual saldrían 3 álbumes vitales para Red Hot Chili Peppers: By The Way, Stadium Arcadium y Californication, disco que, con más de 15 millones de copias vendidas, es el máyor éxito comercial de la banda hasta hoy.


¿Podrán los Chili alcanzar un nivel de ventas y musical similar al de sus épocas con Frusciante a bordo? O, por  el contrario, la crítica y sus fans condenarán al grupo como en el periodo junto a Dave Navarro? Los ingredientes del éxito parecen estar ya sobre la mesa: nuevo disco próximo a salir, un pegajoso nuevo sencillo rotando en emisoras, fechas confirmadas en Suramérica y Europa y un nuevo guitarrista, Josh Klinghoffer, quien, por sus vínculos con la banda desde 2007, parece ser el reemplazo idóneo.

A juzgar por The Adventures of Rain Dance Maggie, primer sencillo de I´m With You, la guitarra de Klinghoffer no es tan colorida y técnicamente dotada como la de Frusciante, pero parece haber una química interesante con los demás integrantes del grupo, marcada por grooves de bajo contagiosos y las rimas funk rock de Anthony Kiedis, fórmula que ha probado ser sumamente exitosa en el pasado. ¿Será así de nuevo? Lo sabremos hasta digerir cada una de las 14 canciones del nuevo disco, el cual sale a la venta el 30 de agosto.

viernes, 15 de julio de 2011

¿Adónde se nos fue Rock al Parque?


Cada año Rock al Parque es el evento más esperado por la comunidad rockera de todo Colombia e incluso de la parte sur del continente americano. Casi dos décadas han pasado desde aquella primera edición del festival, cuyas tarimas han albergado lo mejor del género a nivel nacional e internacional (qué pena por sonar como Jorge Barón). Bandas como Kraken, La Pestilencia, A.N.I.M.A.L, Pornomotora, entre muchas otras, han hecho que los asistentes sacudan la melena. Este año....fue la excepción.

Todo comenzó muy bien, un cuarto día de festival nos dio fe de que este año íbamos a hacer headbanging más duro que nunca, nos dio la ilusión de que, en lugar de tres días, tendríamos cuatro para desahogarnos con unos buenos pogos. Así fue, al menos los tres primeros días, pero la dicha duró hasta el lunes.

En cada versión de Rock al Parque el lunes es el día con más afluencia de gente y el día de los grupos más esperados, el día de ver a una leyenda tipo Calamaro, Manu Chao o Draco. Este año....bueno, ya saben. Los sonidos de guitarras distorsionadas, baterías y bajos galopantes fueron reemplazados por loops, baterías electrónicas y beats, demasiados beats. El público ya no pogueaba sino bailaba, la gente ya no saltaba sino perreaba. He de aclarar que no tengo nada en contra la diversidad sonora, no tengo nada en contra de ver a una niña perreando con el "pagüer" de Bomba Estéreo y moviendo la cadera al son del kuduro de Buraka Som Sistema, pero no en Rock al Parque.

Entiendo la intención de los organizadores de esta extravaganza "rockera", comprendo y aplaudo su ambición de buscar estar a la altura de un Coachella o SXSW, festivales en los que mientras en un escenario toca Lady Gaga, en otro lo hace Soundgarden, pero hay un problema: ¿la esencia de este festival cuál es? Sí, señores, el ROCK, siempre lo ha sido. Llámenme "anticuado" o "aguafiestas" y excusen mi "purismo rockandrollero".

Si la idea es preservar dicha esencia y llegar al nivel de los festivales ya citados, ¿no sería conveniente ahorrar la plata invertida en algunos grupos internacionales de medio pelo, desconocidos o pasados de moda (pobres Toreros Muertos) y traer algo vanguardista y en boga como The Strokes, Kings of Leon o Arcade Fire?

Rock al Parque es una de las cosas que más quiero y aprecio de nuestra sufrida capital colombiana, pero en su versión 2011 parecía más el Festival de Verano y tal vez con tanta banda nacional e internacional tan guapachosa, lo que faltó fue la conducción de Jorge Barón.

pd: ¿hay algo menos rockero que poner un caracol como mascota del festival?