miércoles, 26 de diciembre de 2012

Mis Discos Favoritos de 2012


Cada diciembre me pongo en la difícil tarea de escoger los 10 discos que más me gustaron. en el año. En esta ocasión, la lista es bien extraña y variada, prueba de la diversidad musical que hay actualmente. Una banda de dream pop, una de veteranos, algo instrumental, un disco tributo, uno del  presente y futuro de metal, entre otros, lograron meterse en mi ranking anual. Como aspecto curioso, 5 de los 10 discos en este top 10 de 2012 son de grandes guitarristas. Pensar que hay quienes dicen que el rock de guitarra está muerto.

Esta es, sin un orden específico, mi lista de discos favoritos de 2012:  

Jack White -Blunderbuss


A estas alturas sobra, creo, introducir a Jack White. A menos que haya estado encerrado en una cueva durante los últimos 10 años, su nombre es uno que debe conocer, ya sea por su trabajo con The White Stripes, The Raconteurs o The Dead Weather. 

Lanzado el 23 de abril y escrito en su totalidad por White, Blunderbuss marca el debut como solista de uno de los músicos más exitosos y talentosos de la última década. Junto a Megan White alcanzó uno de los puntos más altos en su carrera. Después de todo, quién no recuerda esa pegajosa pero genial línea de bajo de Seven Nation Army. Posteriormente, con The Raconteurs y The Dead Weather no logró replicar su éxito previo. Ambos grupos propusieron cosas interesantes, pero en ninguno de ellos White estuvo a la altura de su mejor nivel. Algo no encajaba. Algo no lo hacía sonar cómodo.

Con Blunderbuss, parece haber recobrado esa inspiración que lo catapultó a la cima de la escena de la música a comienzos de la década pasada. Las 13 canciones del álbum son un recorrido por terrenos a los que White nos tiene acostumbrados, un poco de blues, algo de hard rock, y otro de poco de folk y country, todo en tracks llenos de su inconfundible voz y letras melancólicas cantadas desde lugares que –si bien no son una invitación directa al alma del músico- parecen estar cargadas de sentimientos personales a los que White poco o nada nos ha dejado entrar en el pasado.

Recomendación: trate de oír/conseguir la versión japonesa del disco. Trae un cover apasionante de Love is Blindness (U2). Usualmente, quienes hacen covers de U2 fallan a la hora de recrear el sentimiento de sus canciones. Jack White no sólo lo logra, sino que imprime sentimientos a la canción que tal vez ni el mismo Bono alcanzó a imaginar cuando la canción fue grabada y lanzada a comienzos de los 90. 



Buckethead -Electric Sea


Además de ser uno de los guitarristas experimentales más versátiles e interesantes, Buckethead también es de los artistas más productivos de la historia de la música. Prueba de ello son los 40 discos como solista que ha lanzado desde 1992, sin incluir sus “aventuras” en bandas como Giant Robot, Guns N´ Roses, y sus colaboraciones con músicos como Les Claypool (Primus) y Brain (Primus, GN´R).

Si bien su estilo musical se orienta más hacia el metal progresivo y el speed metal, en Electric Sea se concentra en sonidos acústicos, clásicos e incluso un poco de flamenco. 

Escrito y compuesto por él mismo, este disco es una joya de 11 canciones instrumentales que nos muestran la versión más elegante y hermosa de Buckethead. De esas 11 canciones, dos son composiciones originales de Johann Sebastian Bach, y una del compositor italiano Alfredo Catalani. Uno de los momentos más sublimes y curiosos del álbum es el track de cierre: The Homing Beacon, el cual dedica a uno de sus ídolos, Michael Jackson, a quien agradece en los créditos.

Recomendación: antes oír Electric Sea, oiga Electric Tears (2002), disco del cual nace la idea para este. Si puede, óigalos en continuidad. Así entenderá a plenitud la magia de este monstruo de la guitarra.  

Varios Atistas- Re-Machined: A Tribute To Deep Purple's Machine Head


Una de las cosas que se puede decir de Deep Purple es que es una de las bandas más influyentes de la historia del rock/metal. Otra cosa que se puede decir sobre es que, sin importar de cuál de sus múltiples alineaciones de esté hablando, es nunca ha recibido el crédito que merece. Tal vez el legado de Deep Purple ha sido eclipsado por artistas de los 70 como Led Zeppelin y Black Sabbath, quienes –a propósito- ya han recibido discos tributo de altísimo perfil. Afortunada y merecidamente, llegó la hora de Deep Purple. Tarde, pero llegó.

Usualmente, todo disco tributo tiene algunos lunares blancos. Artistas que uno no se explica cómo pudieron llegar al disco o cómo fueron influenciados por el grupo homenajeado. Maná en el tributo a Led Zeppelín, por ejemplo. Este álbum tributo es el primero en el que no veo lunar blanco alguno. Carlos Santana, Chickenfoot, Black Label Society, Iron Maiden, Metallica, entre otros, unieron fuerzas para grabar Machine Head, probablemente el mejor disco de Deep Purple y al cual se le atribuye establecer las bases de buena parte de lo que pasaría en materia de rock y metal después de su lanzamiento en 1972. 

A la lista de los ya mencionados ilustres invitados que grabaron este disco, hay que sumar a Glen Hughes, quien fuera bajista/vocalista de Deep Purple durante gran parte de los 70, a Joe Bonamassa , Jimmy Barnes y el supergrupo Kings of Chaos, conformado por Steve Stevens, los ex Guns N´ Roses Matt Sorum y Duff McKagan, y Joe Elliott ,cantante de Def Leppard. Un justo homenaje para una de las bandas más influyentes de la historia.

Recomendación: La ultra creativa versión de Smoke On The Water que hacen los Flaming Lips, la cual tomará por sorpresa a más de uno, dado que esta banda es más conocida por sus canciones experimentales que no entienden ni ellos que por su cercanía con los sonidos del rock. Sin embargo, por raro que suene, es uno de los momentos más interesantes y rompe-esquemas del disco. 

Beach House- Bloom


Lanzado el 15 de mayo, este disco se ha convertido en el mayor éxito de este dúo conformado por Victoria Legrand y Alex Scally. Tanto así que debutó en la posición número 7 de Billboard 200. Dream Pop, indie rock, shoe gaze, llámelo como quiera, el estilo de este disco es simplemente encantador. Eso sí, es un disco extraño. Hermosamente extraño. Sus canciones no tienen coros identificables ni cuentan con el formato tradicional de verso-coro-verso, aún así brillan por su simplicidad. 

La cautivante voz de Legrand es uno de los puntos a resaltar del disco. La profundidad de su tono tiene la capacidad de envolver a quien lo oye en un viaje por paisajes oscuros, depresivos, nostálgicos, pero –de alguna extraña manera- supremamente motivacionales.

Recomendación: óigalo de comienzo a fin con luz apagada, ojos cerrados, y déjese llevar.

Slash- Apocalyptic Love



Después de un exitosísimo primer álbum como solista en el cual lo acompañaron cantantes como Ozzy Osbourne, Chris Cornell y Lemmy Kilmister, Slash lanza su segundo disco, esta vez acompañado en todas las canciones por Myles Kennedy, quien también prestó su voz para dos canciones del primer disco. Sin duda, Kennedy es uno de los descubrimientos más importantes del rock en la última década. Una voz tan brillante que Jimmy Page, Jon Paul Jones y Jason Bonhman lo invitaron a ensayar con ellos para lo que se supone sería una versión de Led Zeppelin sin Robert Plant. Como dijo Slash alguna vez: “si lo llamaron para Led Zeppelin, algo bueno debe tener”.

Sí, algo bueno, muy bueno tiene. Su voz está equipada para cantar canciones pesadas, baladas, mid-tempo, todo. Desde los días junto a Axl Rose en Guns N´ Roses, no se veía y oía a Slash tan bien acompañado. Lo mejor, sin las demoras para salir al escenario ni el temperamento explosivo de Rose. Slash parece haber encontrado la química perfecta. Su guitarra suena tan sentimental, sucia y desafiante como en los días de Appetitte For Destruction.

Canciones como You´re a Lie, Halo, Bad Rain y Not For Me son prueba fehaciente del gran nivel actual de Slash y de la inmensa química que ha encontrado junto a Myles Kennedy y The Conspirators, banda de apoyo conformada por Todd Kerns y Brent Fitz, músicos con quienes salió en la gira promocional de su disco debut.

Recomendación: Anastasia- canción épica que abre con Slash tocando guitarra clásica, algo ha hecho en muy pocas ocasiones en su carrera, una de ellas Double Talkin´ Jive, track incluido en Use Your Illusion I de Guns N´ Roses. El sentimiento de la guitarra de Slash, más el brillo de la voz de Kennedy y el contundente acompañamiento de The Conspirators, hacen de esta una canción para recordar a través del tiempo.  



Van Halen- A Different Kind of Truth



28 años tuvieron que pasar para que al menos tres de las cuatro partes de la formación original de Van Halen limaran asperezas y se reunieran. Lastimosamente, una parte fundamental no pudo ser parte del reencuentro: el bajista Michael Anthony, quien ha sido reemplazado por Wolfgang Van Halen. Sí, hijo de Eddie, y sobrino de Alex. En mi opinión, el bajo y las armonías vocales de Anthony hacen falta, pero el pequeño Wolfgang (tiene apenas 21 años) ha hecho un digno papel en las 4 cuerdas.

Comercial y críticamente, el primer disco del grupo desde 1998 ha sido bien recibido. Prueba de ello son las 188 mil copias vendidas en su primera semana a  la venta, las cuales lo llevaron al puesto número 2 en el ranking Billboard 200. Sin embargo, algunos han criticado que las canciones que hacen parte del álbum hayan sido compuestas hace años, incluso décadas atrás. ¿A quién le importa que, por ejemplo, She´s The Woman haya sido escrita a finales de los 70? Lo importante es la calidad de la canción, no cuándo fue escrita. Si juzgáramos por lo “viejo” que pueda ser una canción, entonces Iron Man (Black Sabbath) o Another Brick In The Wall Part 1 (Pink Floyd) serían dos pedazos de basura hoy en día.

Una de las principales dudas que generó el lanzamiento de este disco fue si Eddie Van Halen y David Lee Roth aún podían hacer su trabajo como en sus días de gloria a finales de los 70 y comienzos de los 80. La respuesta: sí. Por momentos, parece como si el tiempo no hubiera pasado. David Lee Roth sigue tan vibrante, alegre y teatral (uno de los mejores frontman de la historia, sin duda). Por su parte, Eddie toca solos y riffs tan incendiarios como aquellos de Van Halen I o Fair Warning (en mis oídos, el mejor guitarrista de todos los tiempos. Lo siento, Jimi).

Recomendación: para juzgar este disco es mejor no hacerlo basándose en su primer sencillo, Tattoo. No es la mejor canción del disco (¿acaso algún primer sencillo es la mejor canción de un disco?). Para entender realmente de qué se trata A Different Kind of Truth, oiga Bullethead, As Is o Stay Frosty, canciones en las que la química Lee Roth/Van Halen está en su más alto nivel, por no hablar del fuego que sale de los altavoces en cada solo de Eddie.   


John Frusciante- PBX Funicular Intaglio Zone


Cuando John Frusciante confirmó en 2009 su salida de Red Hot Chili Peppers, no dio mayores razones ni se detuvo a explicar los detalles. Lo único que dijo fue que simplemente sentía que ya había hecho todo con el grupo. Al oír este disco, es fácil entender el porqué de su decisión. Más que haber hecho todo con la banda, pareciera como si la realidad es que con ellos no podía hacer lo que realmente quería hacer: synth pop progresivo, como el mismo describe su sonido actual. Yo lo describo como un Frankenstein musical: armado de fragmentos de diferentes géneros.

No es un disco fácil de oír ni de entender, ya que la forma en que Frusciante pasea por géneros como la electrónica, el rock y el rap, pueden marear a cualquiera. Las canciones parecieran no tener sentido alguno, a tal punto que algunas suenan como si hubieran sido armadas con pedazos de otras. El disco entero tiene esa característica. Sin embargo, con un poco de paciencia y tras oírlo varias veces, se logra descubrir la belleza que yace debajo de la tan espesa capa de sonidos bizarros y segmentos musicales aparentemente incongruentes.
Según Frusciante, hace mucho dejó las drogas. 

Las nueve canciones del disco –producidas, escritas e interpretadas por él mismo- suenan como si hubieran sido escritas durante una noche llena de alcohol y éxtasis. Sea como sea que hayan sido compuestas, este disco es una joya, una obra de arte digna de un verdadero genio. Thom Yorke (Radiohead) y Trent Reznor (Nine Inch Nails), otros genios, estarían celosos de este disco. Así de bueno, interesante y desafiante es.

Recomendación: antes de oír este álbum, oigan el EP Letur-Lefr, el cual fue lanzado apenas dos meses antes que este y que sirve como una especie de antesala o complemento. 

Stone Sour- Houses of Gold & Bones pt.1 


Cada cierto tiempo llega a la escena del rock/metal un grupo o músico que cambia las reglas del juego y propone algo nuevo con un álbum. Black Sabbath lo hizo con Paranoid, Nirvana con Nevermind, Queens of the Stone Age con Songs For The Deaf. En dicha lista podemos incluir este disco.

Decir que Corey Taylor es –junto a Myles Kennedy (Alter Bridge, Slash)- el mejor cantante del rock actual- no sería una exageración. Su versatilidad vocal no es algo que sea oiga comúnmente. Taylor está vocalmente “equipado” para cantar de todo, cosas suaves, pesadas e incluso coquetear con lo gutural. Cualquiera que oiga el trabajo de este grupo por primera vez, puede llegar a creer que dos son los cantantes que aparecen en él. De cierta forma es así, pues en Houses of Gold & Bones pt.1 Corey Taylor trae a la mesa algo de su encarnación enmascarada de Slipknot.

Canciones como RU486 y Last of the Real son muestra de esa faceta agresiva y brutal, mientras que The Travelers, pt 1 y Taciturn representan el lado más suave de la banda.
Me atrevo a decir que en 2019 este álbum estará en más de una lista de los mejores de la década, eso sí la parte 2 –la cual saldrá en mayo de 2013- no lo supera.

Recomendación: Taciturn. Balada acústica en la que la voz de Corey Taylor brilla. Prueba clara y contundente de su talento y enorme versatilidad.  

Mark Tremonti- All I Was


Tal vez el hecho de ser el guitarrista de Creed, uno de los grupos más odiados de la última década, ha privado a Mark Tremonti de ser reconocido como uno de los grandes guitarristas del rock moderno. Sin embargo, quien disfruta de los sonidos del post-grunge seguramente gustará del trabajo de Tremonti, ya sea en Creed o en Alter Bridge.

Con el paso del tiempo, Mark Tremonti ha tenido una evolución notoria tras cada disco lanzado. Pareciera estar más cómodo con sí mismo y su talento. Cada vez se “amarra” menos. Con su primer álbum solista, All I Was, ha dado rienda suelta a sus habilidades en la guitarra, algo que venía anunciando desde los inicios de Alter Bridge. Influenciado por bandas como Metallica, Testament, Slayer y Forbidden, el metal está claramente en su ADN musical. A pesar de ello, dichas influencias apenas se han asomado tímidamente en sus anteriores trabajos discográficos. Digno heredero del talento de grandes guitarristas como Dimebag Darrell, Zakk Wylde y Eddie Van Halen, Tremonti nos da a conocer su faceta más pesada y técnicamente rica.

 All I Was es una prueba contundente de lo que este guitarrista sabe hacer: tocar sucesiones inclementes de riffs pesados, lo cual se manifiesta a lo largo de las 12 canciones del disco, salvo por un par de baladas en las que se da un respiro y el lujo de enseñar su lado más sentimental y suave. Por si su total despliegue de talento guitarrero fuera poco, Tremonti hace su debut como cantante, y no lo hace nada mal. Tal vez su voz no sea la más “dotada” como su guitarra, pero es lo suficientemente buena como para sobrevivir a tan brutal avalancha de riffs. Posiblemente este disco no haga un leyenda de Mark Tremonti, pero sin duda le hará ganar más de un adepto nuevo.

Recomendación: So You´re Afraid. Mark Tremonti al 100%. Coqueteando con speed metal y, como el gran arquitecto de riffs que es, construyendo murallas enormes de estos.  

The Killers- Battle Born


Cuando pienso en el rock de comienzos de los 2000, pienso en cómo varios de sus máximos representantes ya no existen o no son tan relevantes como lo eran. The White Stripes, The Vines, The Hives, por ejemplo. The Killers, por su parte, sigue en pie y pasando por uno de sus mejores momentos. A pesar de llevar encima el rótulo de candidatos a ser “el siguiente U2”, algo que sería el beso de la muerte para cualquier grupo, los liderados por Brandon Flowers no se han dejado atormentar por semejante responsabilidad y han seguido creciendo como grupo.

Nunca me ha gustado buscar el sucesor/reemplazo de un grupo, pero si me obligaran a escoger el grupo que más suena como U2, escogería a The Killers. Tal vez por la imagen de Flowers, la cual –por alguna razón- me recuerda a un joven Bono, por compartir el mismo sello (Island) o porque Daniel Lanois y Steve Lillywhite, dos de los principales responsables del sonido de U2, producen buena parte de Battle Born. Los grandes coros, estribillos memorables, sintetizadores ochenteros son parte de la razón por la cual las 12 canciones de este álbum suenan tan bien. Si bien el sonido de The Killers es bastante retro (por momentos me siento oyendo música del primer lustro de los 80), no cae en un terreno nostálgico y pasado de moda. Por el contrario, suena perfectamente actual, moderno.

Battle Born no es mi disco favorito del grupo (mi favorito es Sam´s Town), pero sin duda –y espero el tiempo me dé la razón- es el que comienza a dar la bienvenida a The Killers a las grandes ligas, a la permanencia en la escena del rock, algo que pocos de sus contemporáneos colegas han logrado.

Recomendación: Miss Atomic Bomb. Una de las canciones destacadas del disco. Llena –como prácticamente todas las canciones de Battle Born- de letras cargadas de nostalgia y sentimientos a los cuales nos podemos relacionar fácilmente. ¿Qué la hace tan especial? El nexo con Mr. Brightside, canción del primer álbum del grupo (Hot Fuss) y que lo dio a conocer hace casi una década. Es la continuación de la historia de amor que inició en aquel entonces.
























viernes, 7 de diciembre de 2012

The Black Saints- Reivindicando el Rock Sucio y Explosivo



Cuando uno piensa en rock estadounidense, inmediatamente piensa en ciudades como Los Angeles, cuna de cientos de las más importantes bandas en la historia del rock del país del tío Sam. Sin embargo, a casi 3.000 kilómetros de distancia, en Milwaukee-Wisconsin, The Black Saints comienza a ondear la bandera del rock en una ciudad que no se caracteriza por una gran producción de grupos famosos de rock, salvo –tal vez- por Violent Femmes.

Formados a comienzos de 2009, estos santos negros del rock n roll llegaron para predicar al mundo acerca de aquello que poco a poco se ha ido perdiendo en el género: guitarras candentes, voz feroz y canciones explosivas. Un formato musical que, tristemente, ha perdido terreno ante uno más cuadriculado y aburrido. Si bien el ascenso de un grupo puede ser largo y complejo, este ha logrado en muy corto tiempo cosas importantes. Tocar junto a Ace Frehley (Kiss), Blind Melon, Sevendust, Steel Panther, entre otros, y que su música suene en países como Canadá, Colombia e Inglaterra son apenas algunos de sus logros.

Su EP debut All Sinners Welcome, lanzado en 2010, es una oda a ese rock de Los Angeles que tanto ha marcado el sonido de la agrupación. A pesar de la distancia entre ciudades, el legado angelino de grupos como Guns N´ Roses y Mötley Crüe se siente de forma contundente a lo largo de sus seis canciones. Letras dedicadas a la calle, las mujeres y la vida nocturna hacen que las composiciones de The Black Saints adquieran un status de clásico instantáneo. Basta con oír Dead Man Walking, canción que me dejó con la boca abierta cuando la oí por primera vez en 2010. La furia colectiva de la parte instrumental, más la voz agresiva y estridente de Drew Herdegen (cuyos gritos envidiaría la versión 2012 de Axl Rose) hacen de la canción una joya digna de oír una y otra vez…al menos eso fue lo que yo hice. 


Hoy, 7 de diciembre de 2012, sale a la venta su segundo EP: Hellbent & Heartless. Cinco canciones que muestran al grupo madurando a pasos agigantados. Conservando aún ese fuego que los caracteriza, The Black Saints explora lugares previamente inexplorados, coquetea con aspectos musicales un tanto más melódicos, e incluso se la juega con una clásica power ballad ochentera: Amends, un himno al dolor causado por el desamor.

Constantemente busco música nueva. Me gusta retar mis oídos, evolucionar. Por ende, la cantidad de música nueva que oigo cada año es innumerable. La música que hace The Black Saints ha satisfecho mi insaciable curiosidad melómana. Uno de los descubrimientos musicales más valiosos que he hecho en los últimos años, sin duda. Si le gusta el hard rock, hágase un favor y oiga su música. Búsquelos en su página oficial, en iTunes, Amazon, no sé. Cuando los encuentre, suba al volumen al máximo y prepárese su cabeza para una intensa sesión de headbanging