Tras el estreno de The Dirt, película autobiográfica basada en el libro del mismo nombre y que cuenta las travesuras de Mötley Crüe a lo largo de su carrera, me he preguntado si el grupo de Los Angeles triunfaría si comenzara hoy y, mejor aún, si su comportamiento sería aprobado en la actualidad. Si no ha visto la película y no quiere spoilers mejor deténgase aquí y regrese en cuanto la haya visto.
Para el año en que el libro de The Dirt salió , 2001, las pilatunas de Nikki Sixx, Mick Mars, Tommy Lee y Vince Neil ya eran ampliamente conocidas, pero el detalle y sinvergüencería con la que relataban las historias era, al menos por momentos, demasiado. Tras leerlas daban ganas de lavarse las manos y los ojos. Un examen de enfermedades de transmisión sexual tampoco estaba de más. Si bien la película estaba entre el tintero hace varios años, muy seguramente sus productores pusieron el pie en el acelerado para lanzarla tras ver el rotundo éxito del filme de Queen, Bohemian Rhapsody. Tal vez menos masiva pero más fiel a la realidad de la banda, The Dirt es una celebración al caos que era Mötley Crüe, casi que una apología a ser un perfecto idiota, un jackass dos décadas antes de Jackass.
El sexo, las drogas, las fiestas, todo está ahí, y -cómo no- Ozzy Osbourne inhalando una fila de hormigas y lamiendo orines del piso. Cuando comencé a escuchar al grupo, más o menos a mediados de los 90, sus locuras me parecían divertidas por alguna razón. Culpo a mi mente adolescente. Ver el Behind the Music de VH1 sobre el cuarteto era comedia pura, aunque también algo aterrador. ¿Podrían estos cuarto dementes salirse con la suya en 2019? Musicalmente hablando, lo dudo. La escena musical de hoy está dada para todo menos para el rock estridente de guitarras y letras fiesteras. Si no haces rap pop o reggaeton estás perdido. Por otra parte, ya casi nadie vende discos, y Mötley supo vender unos cuantos en sus días de gloria.
Si Nikki Sixx y compañía hubieran comenzado su carrera hace un puñado de años y adoptaran ese mismo comportamiento que los caracterizó en los 80 lo más seguro es que hoy estuvieran presos o fuertemente señalados dentro del movimiento Me Too. No me malentiendan, su música es excelente. De hecho, sueño con el día en que un grupo vuelva a sonar así. Pero su comportamiento era aberrante y hoy en día pocas personas se tomarían el tiempo de celebrarlo. Estas anécdotas de largas fiestas, sobredosis de drogas y mujeres por doquier básicamente nadie las aplaudiría en estos tiempos. The Dirt es una película que se deja ver, cumple el efecto de entretener un rato, pero fue lanzada en el peor momento posible, cuando ser un chico malo está más pasado de moda que hablar por una línea fija de teléfono. Mötley Crüe tuvo suerte de llegar a escena cuando llegó, pues en esta época probablemente no serían más que un grupo de bar.
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