Para resumir la historia de una de las canciones más icónicas de los 80 (y de la historia), se puede hacer citando la famosa frase "no todo termina como comienza". Antes de ser la canción que hoy en día muchos "cantamos" en fiestas y karaokes (las notas agudas del coro son imposibles), Take on Me sufrió varios cambios drásticos. Su primer título fue "Lesson One", para luego pasar a llamarse "All´s Well that Ends Well and Moves with the Sun", título con el que tal vez no hubiera llegado muy lejos. Su primera versión data de 1984, mientras que la segunda es de 1985 y fue incluida en Hunting High and Low, álbum debut de A-ha. Al comparar ambas se nota la evolución que tuvo la segunda y las mejoras vocales e instrumentales, por no hablar de los varios adornos que se le agregaron.
En entrevista con la revista Rolling Stone en 2010 el teclista y compositor del trío noruego, Magne Furuholmen, reveló que parte del sonido de la canción fue inspirado por The Doors. "Ray Manzarek fue muy influyente. Su forma matemática pero melódica de tocar el instrumento fue una gran influencia en mi acercamiento al teclado". La primera versión de la canción no les gustó, así que decidieron grabarla de nuevo, esta vez con la ayuda de un productor diferente. La nueva versión tampoco fue de su agrado, pero la disquera tenía fe en esta e invirtió en un video innovador para acompañarla y reemplazar el video original (uno muy plano y aburrido en el que el trío interpreta la canción en un estudio), sin saber que se convertiría en uno de los más icónicos y recordados de la historia.
Take on Me fue número uno en Estados Unidos y también a nivel internacional, pero el sencillo sucesor, The Sun Always Shines on T.V, apenas pudo alcanzar la casilla 20 del Hot 100, siendo esta la última vez que el grupo estaría en los listados estadounidenses, lo cual puede deberse a la negativa de A-ha de incluir el súper éxito en sus presentaciones en el país del tío Sam.
Según Furuholmen el video fue lo que hizo del tema un éxito masivo. "La canción tiene un riff pegajoso, pero hay que oírla varias veces y no creo que la gente le hubiera puesto atención sin el gran impacto del video". En 1986 el clip de la canción, dirigido por Steve Barron y que cuenta una hermosa historia de amor a través de efectos especiales muy avanzados para su época, se llevó 6 premios MTV.
A la fecha Take on Me sigue contando con gran popularidad y suena más fresca que nunca, pues la música guiada por teclados tiene un lugar privilegiado en la escena actual. Incluso grupos más modernos y alejados del synthpop como Weezer han hecho sus propias versiones de esta. Los ochenta fueron una época en la que varios géneros y subgéneros tuvieron notoriedad y sonidos como el heavy metal y el glam rock de la mano de bandas como Poison, Motley Crue y Metallica invadieron las ondas radiales, pero si me preguntan qué canción es la más representativa de la década, la respuesta es simple: Take on Me.
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