Portada del álbum de 1995.
La década de los 90 fue una década prolífica en la carrera de los Red Hot Chili Peppers, comenzando en 1991 con el lanzamiento de Blood Sugar Sex Magik, álbum que los terminó de catapultar, y finalizando con el consagratorio Californication. ¿Pero qué sucedió en el medio? El cuestionado One Hot Minute.
Por estos días el álbum está cumpliendo 25 años, época propicia para analizarlo una vez más y ,tal vez, entenderlo de una manera diferente y hacerle justicia. Personalmente, este es mi disco favorito de los Chili. ¿Por qué? Simple: admiro la capacidad de reinvención de una banda. Para One Hot Minute, el grupo se vio casi obligado a reinventarse, ya que John Frusciante ya no estaba en el grupo. Su reemplazo, Dave Navarro, guitarrista de Jane's Addiction, siendo un músico tan diferente, obviamente traería nuevas influencias sónicas. Después de varias sesiones de ensayo, Navarro obtuvo la posición, a pesar de no sentirse del todo conectado con la música de la banda, admitiendo en su momento que "realmente no me conecta, pero cuando estás con unos tipos que quieres y con los cuales tiene camaradería, se disfruta hacer funk".
En julio de 1994, los Chili entraron a estudio para grabar, y -sin que los demás integrantes lo supieran- Anthony Kiedis, cantante, había caído de nuevo en la adicción a las drogas, dejándolo sumergido en un mundo oscuro en el que tenía que luchar con sus demonios internos. La dinámica en el grupo había cambiado. Con Navarro abordo, la forma de componer era distinta, pues Frusciante solía sentarse con Kiedis a escribir cosas, lo cual ya no pasaba con el nuevo guitarrista. Además, Flea se puso a la tarea de escribir, lo cual no era muy habitual antes. Por si esto fuera poco, a cargo de la producción entró Rick Rubin, quien trajo consigo una visión diferente.
Lanzado el 12 de septiembre de 1995, One Hot Minute presentó a los Red Hot Chili Peppers tomando bastante distancia de sus raíces funk para explorar territorios más cercanos a la psicodelia y el heavy metal, tal como se muestra con claridad en Warped, primer sencillo del disco, canción en la que Kiedis revela sutilmente su oscuro estado anímico. En el video del track, Kiedis parece darle la bienvenida a Navarro con un profundo besos en los labios, escena que se pensó en eliminar, ya que los fans probablemente se alejaría, lo cual no fue así. La canción tuvo un digno desempeño en listados, a pesar de ser muy distinta a lo que la banda tenía acostumbrada a su fanaticada. Sin embargo, otros sencillos como My Friends y Aeroplane gozaron de mayor aceptación, pues en ellos se asomaban rastros melodiosos y funky más habituales. El álbum vendió menos de la mitad de copias que su antecesor, escalando así las tensiones dentro del cuarteto californiano.
Para 1998, Navarro ya no era parte del grupo, y la era One Hot Minute llegaba a su fin. Lastimosamente, el grupo ha decido ignorar el álbum. Sus canciones nunca hacen parte de su repertorio en vivo, excepto cuando Flea interpreta la juguetona Pea. Durante una sesión de preguntas en Reddit, el baterista Chad Smith señaló que "no nos sentimos conectados con ese álbum. No hay una razón en especial. No digo que nunca tocaremos alguna de sus canciones, pero en este momento no nos sentimos emocionalmente conectados con esa música".
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