Sí, la jeta. No la boca, la jeta. Hace unos meses cuando se anunció la parrilla de artistas que harían parte de la edición 25 de Rock al Parque varios protestaron vehemente e irrespetuosamente, como ya es costumbre cada vez que el festival revela su lineup. "No, es que ese tipo no es rock. Se vendió hace años", exclamaban muchos. Hace mucho Juanes soñaba con tocar en Rock al Parque, pero por diversos motivos no lo había logrado. Su día llegó ayer, cuando ante más de 100.000 personas interpretó sus mejores canciones por un poco más de una hora. Un rato antes de subirse al escenario dijo en rueda de prensa "¡la voy a romper hijueputa!" y vaya si lo hizo. En la historia del festival he visto muchos grupos con menos rock en sus venas que él, entonces por qué no podría tener su chance en uno de los escenarios más importantes en Colombia.
Es verdad que su lado heavy lo dejó atrás hace décadas, pero -y esto lo digo por experiencia- quien es metalero nunca deja de serlo. Él mismo lo dijo al encantado público bogotano: "yo era más metalero que todos ustedes juntos". Era como si fuera un asunto personal, como si estuviera ahí para probar su punto. ¿Juanes no es metalero? Un tipo que ensayaba en la Medellín de los años 80 en un edificio infestado de ratas, como él mismo ha contado, tiene que ser muy metalero. Si eso no es prueba suficiente, los invito a oír la canción que siendo cantante y guitarrista de Ekhymosis grabó para la banda sonora de Rodrigo D. No Futuro. Si necesitan más pruebas, oigan el disco de Ekymosis Niño Gigante, metal en estado puro.
Juanes ayer se montó a la tarima de Rock al Parque a cerrar bocas, jetas, perdón, con guante blanco. A punta de música y no de insultos. Sin ponerse disfraces ni máscaras, tocó lo mejor de su repertorio, con La Camisa Negra incluida, además de contar con invitados como Zeta Bosio, de Soda Stereo, con quien interpretó el clásico del trío argentino Cuando pase el temblor. A pesar de no haber hecho ningún tipo de reunión con Ekhymosis, el paisa tocó Solo, una de las canciones más importantes del grupo y del rock colombiano. Después de ese momento sublime se colgó una guitarra Flying V, instrumento que si bien no fue diseñado para los metaleros, estos lo adoptaron para su arte. "¿Por qué creen que me puse esto? ¿Para tocar qué?". Era obvio que venía algo pesado. Ese algo fue Seek and Destroy, canción del primer álbum de Metallica y con la que el grupo estadounidense suele cerrar sus conciertos. En esta ocasión Juanes la tomó prestada para cerrar el suyo, con pogo incluido y llamas sobre el escenario. El público aplaudía y pedía más, pero Fito Páez esperaba. Un Fito a quien, siendo el grande que es, Juanes hizo ver pálido. Y es que el P.A.R.C.E debió cerrar el festival, pero bueno, no quiero entrar en esa discusión, al menos no hoy.
Siempre he apreciado la labor de Juanes como embajador de Colombia. ¿Qué prefieren ustedes? Que puertas afuera se hable de violencia, guerrillas, bandas criminales, ¿o de la música del país? Si prefieren lo primero, ¿Por qué nos se van, no se van del país? Como cantaban Los Prisioneros. Juanes es un grande de la música colombiana, punto final. Hasta tocó con los Rolling Stones en su concierto en Bogotá. ¿Hay algo más que pueda decir? No. Mi boca está cerrada.
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