Con el final de la década de los 90, como casi siempre que termina una, llegan muchos cambios culturales, políticos, sociales, entre otros. ¿Recuerdan el rumor infundado de que el mundo se iba a acabar en 1999? ¿O el temor por el famoso bug tecnológico Y2K que iba a hacer que las máquinas se enloquecieran y nos atacaran? Todo eso pasó hace 20 años, pero también fue un gran momento para la música. Había de todo para todos los gustos, aunque los dos sonidos que mandaban la parada eran el nü metal y el pop, este último gozó de un éxito que no tenía desde los 80.
Para 1999 el boom del grunge y rock alternativo del primer lustro de la década había quedado atrás. Mucho tuvo que ver la muerte de Kurt Cobain en 1994. Ya nadie vestía con jeans rotos ni camisas de leñador. Por ese entonces la moda del roquero promedio consistía en gorras puestas al revés, pantalones y camisetas un par de tallas más grandes, y pelo en punta bañado en gel. Grupos como Nirvana, Soundgarden, Pearl Jam, Alice in Chains, Guns N´ Roses -grandes animadores de los primeros años noventeros- o no existían o estaban en horas bajas. El pop, el nü metal y el post-grunge lideraban listados y contaban con la mayor difusión televisiva y radial.
El pop no tenía tanta popularidad desde finales de los 80, cuando Madonna, Prince, Michael Jackson y George Michael hacían de las suyas. Britney Spears y Christina Aguilera competían por ser la sucesora de Madonna, guerra que después de cientos de batallas terminó ganando Britney. Por el lado de los hombres las boy bands estaban por doquier, otro fenómeno que no se veía tan fuerte desde los 80 cuando Menudo y New Kids on the Block estaban en la cima. La lista de boy bands era interminable, pero las dos que lograron mayor éxito fueron NSYNC y Backstreet Boys. Lo que hacían los Backstreet, NSYNC lo emulaba y viceversa. MTV era dominada por ambos grupos, no había forma de no sintonizar el canal y no ver a alguna de las bandas en una entrevista o lanzando su nuevo video. Personalmente no veía tanta euforia en un acto pop desde Michael Jackson o incluso más atrás. (continúa abajo de la foto)
Por el lado del rock todo había cambiado. Ya no había solos de guitarra ni grandes maestros de las seis cuerdas. El género había perdido su pureza y ahora era una mezcla que, a pesar de liderar la escena, no era aprobada por muchos. La razón de esto fue la extraña amalgama de rock y metal con rap y hip hop, lo cual parecía no tener mucho sentido. Sin embargo grupos como Rage Against the Machine, Korn, Limp Bizkit y muchísimos otros estaban al comando del mundo del rock. Si bien los días del grunge ya habían concluido, el post-grunge siguió -de cierta forma- ondeando la bandera de dicho subgénero. Grupos como 3 Doors Down, Foo Fighters y Creed eran algunos de sus máximos exponentes, pero se habían olvidado de algo: la energía y los pantalones del grunge. De las guitarras distorsionadas y letras introspectivas se pasó a melodías más pop y letras más sutiles y elaboradas. El rock había perdido, al menos parcialmente, su garra y coraje, algo que hasta el día de hoy no termina de recuperar. Tal vez el verdadero gran ganador del último año de los 90 fue Red Hot Chili Peppers, quienes -con John Frsuciante de regreso a la formación- encontraron en Californication un álbum consagratorio y que los sacó de las penumbras en las que habían caído a mediados del decenio.
Tal vez el final de la década de los 90 fue algo cuestionable en materia de música, por lo menos en cuanto al rock se refiere -pues el pop estaba atravesando por una nueva era dorada- pero mirando atrás es innegable que eran tiempos interesantes, ya que la industria parecía algo más unificada y algunos artistas eran controversiales y daban de que hablar, arriba y abajo de los escenarios. Veinte años más tarde todo el mundo parece ir por su lado de manera excesivamente cautelosa, haciendo música predecible y cuadriculada. ¡Levantemos la copa por 1999! ¡Levantemos la copa por toda la década de los 90!
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