Hubo una época en la que no se podía llevar la música en el bolsillo, a menos que vistiéramos pantalones talla XXXXL y sus bolsillos fueron lo suficientemente grandes como para que cupiera un reproductor de CD portátil, mejor conocido como discman, o que lleváramos una grabadora en el hombro. Todas situaciones supremamente engorrosas. Pero el iPod llegó a nuestras vidas en 2001 para cambiarlas para siempre.
Este curioso y, al menos por aquel entonces, casi inexplicable aparatito no solo cambió nuestras existencias (especialmente la de los melómanos) sino la de Apple. La compañía no eran gran cosa por aquel entonces, y andaba buscando algo que la salvara. Para su fortuna, un buen día de octubre de 2001, el gran Steve Jobs se montó al escenario para presentar el primer iPod. La reacción de la industria y el público general fue de gran confusión. No se entendía por qué la empresa de la manzana mordida lanzaba un reproductor de MP3, cuando lo suyo eran los computadores. Por otra parte, hace dos décadas el ya mencionado discman, e incluso el walkman, seguía gozando de bastante popularidad.
El éxito del iPod no fue inmediato. Tuvieron que pasar varios años para que cogiera vuelo, pero eventualmente se convirtió en la gallina de los huevos de oro de Apple. No solo todo el mundo tenía uno, sino que otras compañías de tecnología empezaron a lanzar los suyo, y -por supuesto-las imitaciones tampoco se hicieron esperar. El precio de la codiciada pieza tecnológica salió al mercado en casi 400 dólares, así que solo la gente con billeteras gordas pudo tener una en sus manos.
Con el paso del tiempo, Apple comenzó a lanzar diferentes modelos del iPod. A la edición Classic, llegaron a hacerle compañía el Mini y el Shuffle, estos últimos muy populares por sus vivos colores, pequeño tamaño y un precio más cómodo. Además, otros modelos no solo reproducían audio sino también video. Por si fuera poco, se conectaban al computador y se sincronizaba con la colección musical que las personas tuvieran en iTunes. El iPod era tan popular, que incluso U2 tuvo una edición especial. Toda una fórmula explosiva. (continúa después de la foto)
20 años después de su llegada, el iPod ha sido descontinuado por Apple, y conseguir uno es toda una odisea. Los teléfonos inteligentes o smartphones lo han desplazado, por no hablar de las aplicaciones de música como Spotify, Deezer, o Apple Music. Y es que la música ya no es para comprar, sino para arrendar, y las nuevas tecnologías así lo saben. A pesar de la desaparición del hermoso y útil iPod, no es de descartar que este pueda hacer un regreso. Basta con mirar al vinilo y el casete, tecnologías que se creían muertas, pero hoy tienen una nueva oportunidad. Así que no vendan ni pierdan sus iPods, en unos años los podrán necesitar. El mío, un iPod Classic en el que tenía toda mi colección musical, se me cayó en el inodoro y no funciona muy bien. De ese tamaño era mi adicción a este dispositivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Deja tus críticas, reclamos, flores, insultos aquí!