viernes, 24 de julio de 2020

Back in Black: el álbum que nunca envejece



¿Qué hace un grupo cuando su cantante muere trágica e inesperadamente? Componer uno de los mejores discos en la historia del rock. 

En 1979, tras el éxito de Highway to Hell, la banda estaba comenzando a coquetear con la idea de grabar su sucesor y poder capitalizar su éxito. Los planes se vinieron abajo cuando Bon Scott falleció en enero del siguiente año debido a una intoxicación por alcohol. La banda consideró separarse, pero amigos y familiares lograron convencerlos de lo contrario y de inmediato se concentró en hacer audiciones para encontrar un nuevo cantante. Mutt Lange, productor del grupo, sugirió darle la oportunidad a Brian Johnson, quien por aquel entonces prestaba sus servicios vocales en Geordie. Después oír a una larga lista de candidatos, Angus Young (guitarrista) llamó a Johnson para darle la noticia de que había sido escogido como su nuevo cantante. 

Una de la peores cosas que le puede suceder a cualquier grupo es perder a su cantante, encontrar un reemplazo y seguir siendo exitosos. Pero AC/DC no es cualquier grupo, y ha sido de los pocos en lograr la hazaña de sobrevivir a pesar de dichas circunstancias. Llenar los zapatos de Scott no iba a ser tarea fácil. Después de todo, su pinta, puesta en escena y -por supuesto- ferocidad vocal se habían convertido en la compañía perfecta de la electricidad y arrolladora vitalidad que irradiaba Angus Young, así como de los bluseros y adictivos ritmos de las canciones del quinteto australiano. 

Con Jonhson a bordo, el grupo tenía un problema menos, ahora tenían que hacer música que captivara a su público y lo mantuviera de su lado. Inicialmente, el plan era viajar a Londres, pero se presentó la oportunidad de ir a Bahamas, lugar en el que estuvieron grabando por una semana. Con respecto a la experiencia, Johnson recuerda que el lugar de grabación "básicamente no era un estudio sino unas celdas de cemento. Una mujer negra era la encargada del lugar. Daba miedo, gobernaba el lugar con mano dura. Nos decía que dejáramos todo bien asegurado, pues un grupo de haitianos solía ir en la noche y robar el lugar". En cuanto a la experiencia de las sesiones de grabación y producción, señala que Mutt Lange era muy estricto y meticuloso: "él me decía cosas como 'canta eso otra vez. Espera, hiciste esa nota muy larga y no dejaste espacio para respirar'. Me volvía loco, incluso las respiraciones tenía que ir en un lugar específico". 

Después de alrededor de un mes de grabación y producción, y tras apenas haber transcurrido unos meses de la muerte de Scott, el grupo lanzó Back in Black el 25 de julio de 1980. El resultado: una colección de 10 canciones que a la fecha son imprescindibles en la historia del género y que el tiempo no solo no ha olvidado, sino que las mantiene tan vigentes como siempre. Tras esa portada negra yacen varias letras, melodías y riffs que son esenciales para el rock, o ¿quién no ha tarareado el de Back in Black una y mil veces? o disfrutado del doble sentido de frases como "She told me to come, but I was already there". Genialidad pura. 

Hay quienes piensan que la radio ha abusado del disco y de canciones como la que le da nombre al mismo, You Shook me All Night Long, Hells Bells, entre otras, pero ¿qué otra cosa se puede hacer con una obra de arte tal que no sea apreciarla una y otra vez? Back in Black es como la Mona Lisa, se pueden pasar años y décadas, cuatro -en este caso- estudiándola, disfrutándola. 








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