Hace unos años, mientras hacía
mi habitual y casi religioso recorrido por una popular tienda de discos en
Bogotá, vi a un niño de unos 14 años, tal vez menos, con Appetite For Destruction
en sus manos. Lo miraba una y otra vez. Analizaba su icónica portada. Leía la
lista de canciones. Contemplaba la pinta de “chicos malos” de los integrantes
del grupo. Regresé inmediatamente a mi pre-adolescencia, cuando comencé a oír
Guns N´ Roses. Ese niño me recordó a mí mismo. No sé si compró el disco, pero
si lo hizo, sin duda se hizo dueño de algo que cambiaría su vida, así como
cambió la mía. Así como también cambió la historia del rock desde su
lanzamiento el 21 de julio de 1987.
Cómo no podría un álbum
cambiar la historia del rock, si de entrada recibe a quien lo oye con tal vez
la mejor canción de la historia de hard rock: Welcome To The Jungle. No alcanza
uno a acomodarse y ya está Slash haciendo de las suyas, mientras el
característico “aullido” de Axl empieza a entrar en escena, para derivar en un
relato desenfadado acerca de la vida en Los Angeles. 4 minutos y 23 segundos
después, Duff McKagan nos da la bienvenida a It´s So Easy con un bajo
galopante, al cual se unen la batería aguerrida y temeraria de Steven Adler, y
la mística guitarra rítmica de Izzy Stradlin. La ecuación estaba completa: Axl,
Izzy, Slash, Duff y Steven, cinco músicos creando una fuerza sónica capaz de
derrumbar lo que pasara por su lado.
El disco no tomó fuerza sino
hasta septiembre de 1988, cuando alcanzó la posición número 1 del Billboard
200, después de 50 semanas en el listado. Durante su primer año vendió apenas
500 mil discos. Hoy, la cifra aumento a 25 millones de discos. 15 millones en
Estados Unidos.
La presencia del álbum en la
historia del rock está garantizada. Ningún otro grupo antes ha logrado tanto
con apenas un solo disco. Guns N´ Roses llevó el mundo a sus pies con Appetite
For Destruction, un disco con 12 canciones realmente cercanas a la perfección.
Como si It´s So Easy y
Welcome To The Jungle no fueran suficientes para asombrar cualquier oído, el
disco continúa con Nightrain, Out Ta Get Me y Mr. Brownstone, una oda a la
adicción a las drogas, además de ser un fiel reflejo de lo poco que siempre le
ha importado a Axl comenzar los conciertos con puntualidad: Show usually starts around 7, we go onstage
around 9.
Posteriormente, llega el himno de himnos, justo en la mitad del álbum: Paradise City. Para este punto, atrás han quedado los relatos sobre lo difícil que es la vida en Los Angeles. Tal vez, para cuando esta canción se escribió, ya habían estaban completamente sumergidos en el famoso “sexo, drogas y rock N´ Roll”. Se nota que la estaban pasando bien en la ciudad paraíso, donde el pasto es verde y las mujeres son lindas. Aquí, el color del álbum se torna algo rosa con My Michelle, dedicada a Michelle Young, amiga de Slash. Ahora, la canción está lejos de ser romántica, es más un crudo relato biográfico de la vida de Young. Una vida llena de de drogas y excesos. Sin embargo, de todo hay en Appetitte, hasta para los románticos, quienes se sintieron identificados con Think About You y Sweet Child O´ Mine, canción escrita para Erin Everly – entonces novia de Axl- y cuyo riff fue compuesto mientras el grupo se preparaba para ensayar y Slash hacía bromas. Qué tal hubiera estado serio!?!
You´re Crazy, Anything Goes
y la épica Rocket Queen cierran el disco. Esta última tiene uno de los momentos
más inspirados de Axl Rose, vocalmente hablando: una dedicatoria al final de la
canción a una amiga, quien, según él, lo “mantuvo vivo” por mucho tiempo. Un
fragmento en el que canta a la amistad y la esperanza, y que – a propósito- contrasta
radicalmente con los sonidos sexuales en la mitad de la canción, los cuales
fueron grabados mientras Axl y una mujer llamada Adriana Smith tenían sexo en
el estudio. Contrastes, eso era Guns N´ Roses. Eso es Appetite For Destruction,
una colección de 12 canciones impecables, llenas de cuanta emoción pueda sentir
un ser humano: ira, lujuria, perdición, desenfado, placer, amor, romance,
locura, etc, etc, etc. Todo en medio de una química musical increíble. Química
que pocos músicos han logrado llevar a un nivel tan alto. Infortunadamente, la
formación original de Guns N´ Roses implosionó poco tiempo después, pero nos
dejaron una verdadera joya auditiva para el resto de la historia.
Estoy seguro de que usted ha
oído este disco en algún lugar, ya sea por accidente o porque, como yo, lo
tiene de primero en su colección musical. Si no lo ha escuchado nunca, ni una
sola canción….¿Dónde ha estado durante 25 años?