Si hay algo en la industria de la música que
está muriendo más o igual de rápido que el CD, son los canales de videos. A
estas alturas, sobra hablar de MTV, cuya orientación musical se desvió hace
años para dar paso a una parrilla de programación llena de realities sobre
italianos borrachos y promiscuos, adolescentes obesos en busca de adelgazar, y
quinceañeras chicanas botando la plata de sus padres en ridículas y ostentosas
fiestas de 15. El dolor por la pérdida de MTV lo asimilé y superé hace mucho.
Sin embargo, aún le sigo hacienda duelo a VH1, canal musical que –por alguna
razón que solo comprenden los operadores de cable- salió de programación a
comienzos de año.
De forma casi religiosa, justo antes de ir a
dormir sintonizaba dicho canal para despertar al día siguiente con sus franjas
matutinas de videos que, aunque no variaban mucho día tras día, al menos daban
un panorama decente de lo que estaba pasando en la escena comercial de la
música. Es cierto, VH1 también tenía uno
que otro reality colado y algunos programas que si bien no eran estrictamente
de videos, giraban en torno a la vida y obra de los artistas. Contenidos especializados
en la música de una década o artista específico, conteos temáticos de videos y
franjas de música nueva, entre otros, engalanaban la oferta diaria del canal. VH1
era una especie de consuelo ante la pérdida de MTV. Algo así como el clavo que
saca ese otro clavo.
Por estos días, para ver un video hay que acudir a internet, sobre
todo a Youtube. Lo cual, la verdad, no me satisfice del todo, ya que la calidad
de imagen y sonido no es siempre la mejor. Si usted es adolescente, seguramente
no le incomodará ver videos online. Al contrario, le debe parecer ideal y
normal. Lo siento por usted, no conoció lo que es un buen canal de
entretenimiento y le tocó ser adolescente en la época de la “reducción de los
sentidos”. Hoy en día, debido a los avances tecnológicos, el audio y la imagen
son reproducidos por pantallas y parlantes cada vez más pequeños. Posiblemente,
mientras lee esto, está oyendo música por los diminutos parlantes de su
computador, o viendo videos online, privándose de una mejor calidad de sonido e imagen.
No solo los televidentes y melómanos nos hemos
visto afectados por la falta de canales de música, también los artistas,
quienes ahora lanzan sus videos en la red casi que de forma exclusiva, pues no
hay canales para rotarlos. El problema, no logran el mismo impacto masivo y
simultáneo que se puede lograr cuando un video es emitido por televisión. Una
banda puede tener millones de seguidores en sus diferentes perfiles en redes
sociales, pero ¿quién les garantiza que esos millones de seguidores van a ver
el video? A finales de los 80, cuando Guns N´ Roses lanzó por MTV el video de
Welcome to the Jungle justo antes del amanecer, miles de personas lo vieron de
forma simultánea. Las líneas telefónicas del otrora canal de música estallaron.
El resto es historia. Ese impacto contundente es cosa del pasado. Las redes
sociales dan la impresión de que se está logrando llegar a un publico amplio. No
necesariamente es así. A veces me pregunto si es importante grabar videos. Creo
que los grupos deberían invertir su dinero en otras cosas. A menos que usted
sea un artista ya establecido, no desperdicie su dinero en hacer videos. Ya
nadie los ve. Preferiblemente use esos recursos económicos en grabación y
producción de música nueva.
Desde la triste salida de VH1 de la programación
de mi operador de cable (gracias, Direct TV), me quedé sin opciones para llenar
el vacío. En ocasiones, cual tiburón que ya no encuentra alimento en altamar y
se ve obligado a buscar otras fuentes de comida, en una especie de trance
hipnótico, me he hallado viendo videos en canales poco satisfactorios como el
reguetonero HTV o QMMI, el cual solo emite música de artistas latinos. ¿Cuál
fue la solución de Direct TV en este asunto? Poner bloques de videos en horas
de la madrugada. Cuando la mayoría de la gente duerme.
El día en que VH1 salió del aire, cientos de
personas -tan asombradas como yo-inundaron los perfiles de Direct TV para
tratar de entender el porqué de la salida del canal. Esto fue lo que dijo el
operador de cable en cuestión: “el canal ya no hace parte de nuestra franja de
programación. Lo entra a reemplazar Comedy Central”. Señores de Direct TV, para
reír ya hay suficientes canales. ¡De música hay cada vez menos!
Aún guardo fe en que VH1, así como Much Music
(otro canal sacrificado), vuelva a hacer parte de la parrilla de programación.
Sin embargo, no lo veo possible. Al menos no ahora. Mientras se da el milagro,
les dejo este nostálgico recuerdo de una época en la que la parte visual de la
música sí era apreciada: